Más de 6.000 personas han muerto desde abril de 2014 en Ucrania en la guerra entre las fuerzas bajo mando de Kiev y los milicianos separatistas prorrusos, según las estimaciones de la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

La agencia de Naciones Unidas ha asegurado que los combates registrados en las últimas semanas, especialmente en torno al aeropuerto de Donetsk y en la localidad de Debaltseve, han dejado cientos de muertos "civiles y militares" y una "situación insostenible" para las personas que quedaron atrapadas o fueron secuestradas en esas zonas "controladas por grupos armados".

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, ha asegurado que los informes sobre la situación de Derechos Humanos en Ucrania difundidos este lunes confirman la "devastación despiadada" contra las vidas civiles y las infraestructuras, con mujeres, niños, ancianos y grupos vulnerables como colectivos particularmente afectados.

"Más de 6.000 vidas se han perdido en menos de un año por los combates en el este de Ucrania", ha asegurado Zeid. "Es imperativo que todos los bandos cumplan los acuerdos de Minsk y detengan los bombardeos indiscriminados y otras hostilidades que han creado una situación terrible para los civiles, en un claro revés al derecho internacional humanitario y la legislación en materia de Derechos Humanos", ha explicado.

El noveno informe de la Misión de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ucrania, que abarca el periodo transcurrido entre el 1 de diciembre y el 15 de febrero de 2015, pone de manifiesto que la presencia de armamento pesado y combatientes extranjeros en el este de Ucrania, incluidos los de Rusia, ha continuado aumentando en las regiones de Lugansk y Donetsk, "controladas por grupos armados".

Tras una situación de calma "relativa" en diciembre de 2014, la misión de Naciones Unidas ha advertido de que la situación en el este de Ucrania "se deterioró dramáticamente" en enero pasado y a comienzos de febrero.

En este sentido, ha señalado que se han registrado elevados balances de civiles muertos y heridos tanto en zonas residenciales controladas por el Gobierno de Kiev, como Avdiika, Debaltseve, Popasna, Schastia y Stanichno-Luhanske, como en las controlados por los prorrusos, incluidas Donetsk y Horlivka.

"La situación de los Derechos Humanos en Ucrania continúa siendo grave", ha afirmado el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que ha asegurado que los últimos incidentes incluyen una serie de ataques terroristas en Jarkov y Odesa y un atentado en Mariupol que acabó con la vida de 31 personas el 24 de enero.

"Si continúa esta tendencia, representaría un nuevo y muy mortífero capítulo en este conflicto, ampliando las zonas en las que el estado de derecho y la protección de los Derechos Humanos están de hecho ausente", ha asegurado Zeid.

Desde mediados de abril de 2014 al 28 de febrero de 2015, se ha documentado la muerte de 5.809 personas y que 14.740 personas han resultado heridas. De este balance, 1.012 personas murieron y 3.793 resultaron heridas entre el 1 de diciembre de 2014 y el 15 de febrero de 2015.

La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas ha explicado que, debido a que todavía no se han recibido los informes definitivos sobre bajas, especialmente las del aeropuerto de Donetsk y la zona de Debaltseve, la estimación de muertos en el este de Ucrania hasta el 2 de marzo "seguramente ha sobrepasado los 6.000".

"Todos los aspectos de las vidas de las personas se están viendo afectadas negativamente y la situación está siendo cada vez más insostenible para los residentes locales, especialmente en áreas controladas por grupos armados. Muchos han quedado atrapados en zonas de conflicto, se han visto obligados a refugiarse en sótanos, sin casi tener agua, alimentos, calefacción, electricidad o suministros básicos", ha explicado.

Naciones Unidas ha criticado las restricciones de movimientos impuestas por el Gobierno de Kiev el 21 de enero en las zonas donde se desarrollaban operaciones de seguridad por considerar que han creado "nuevas dificultades para los civiles, que ya viven en condiciones extremadamente precarias".

"El caso de los que continúan en territorio controlado por grupos armados es preocupante. Muchas personas permanecen porque temen por sus vidas si intentan huir. Otros continúan para proteger a sus niños o a otros miembros de la familia o sus propiedades. Algunos son obligados a permanecer allí en contra de su voluntad o, símplemente, no puede huir", ha relatado Zeid.

En este sentido, ha dejado claro que todos los que permanecen en zonas afectadas por los combates "tienen el derecho a la protección de acuerdo con el derecho internacional humanitario y la legislación en materia de Derechos Humanos, que deben ser respetadas por todas las autoridades". "Todas las violaciones del derecho internacional humanitaria deben ser investigadas a fondo y se debe llevar a los autores rápidamente ante la justicia", ha afirmado.

El informe de Naciones Unidas detalla casos de abusos cometidos contra civiles, "incluidas acusaciones creíbles de detenciones arbitrarias, torturas y desapariciones forzosas cometidas en su mayoría por grupos armados y, en algunos casos, también por las fuerzas de seguridad ucranianas".

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha dicho, además, que la situación en el este de Ucrania está teniendo consecuencias en la situación en el resto del país, "con un millón de desplazados internos". "En muchas localidades, los centros de recepción están saturados y tienen pocos recursos", ha indicado.

En Crimea, la península ucraniana anexionada por Rusia en 2014, Naciones Unidas considera que siguen existiendo "violaciones sistemáticas de Derechos Humanos, afectando en su mayoría a los tártaros y a los que se opusieron al 'referéndum' de marzo de 2014.

El informe de la ONU también constata algunos "avances positivos", incluidas las conversaciones que dieron paso al acuerdo de Minsk y al alto el fuego que entró en vigor el 15 de febrero.