Los separatistas prorrusos rechazaron hoy a la propuesta de Kiev de desplegar tropas de paz de la ONU en la frontera con Rusia, aunque sí apoyaron el emplazamiento de los cascos azules en la línea de separación entre sus milicias y las fuerzas ucranianas.

"No estamos en contra del despliegue de tropas pacificadoras en la frontera entre Ucrania y la (autoproclamada) República Popular de Donetsk (RPD)", dijo a un grupo de periodistas el número dos del mando militar de las milicias, Eduard Basurin.

El jefe negociador de los sublevados de Donetsk, Denís Pushilin, recalcó que la propuesta ucraniana "de desplegar tropas de paz en la frontera ruso-ucraniana va en contra de la hoja de ruta para el cumplimiento de los acuerdos de Minsk" firmados el 12 de febrero.

Estos acuerdos, recordó Pushilin, "obligan a Ucrania a consensuar con las milicias la cuestión de la frontera, y sólo después de la celebración de las elecciones municipales y la reforma constitucional" para otorgar autonomía a los territorios controlados por los rebeldes.

El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, propuso anoche al Consejo de Seguridad Nacional y de Defensa ucraniano invitar al este de Ucrania a las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU.

Agregó que "la mejor opción sería que la misión estuviera encabezada por fuerzas policiales de la Unión Europea" y pidió al organismo de seguridad ucraniano que apruebe la propuesta.

La propuesta de Poroshenko coincidió con la derrota militar sufrida por las tropas de Kiev en la estratégica ciudad de Debáltsevo, de la que ayer se retiraron más de 2.500 soldados ucranianos.

El líder de RPD, Alexandr Zajárchenko, dio hoy por completada la operación militar rebelde en Debáltsevo y cifró en más de 3.000 las bajas mortales de Kiev en esa zona durante las últimas semanas.