La senadora demócrata Mary Landrieu perdió hoy su escaño ante el republicano Bill Cassidy en la segunda vuelta de las elecciones legislativas en Luisiana, que sirvió a modo de broche final de la abrumadora victoria conservadora en los comicios parlamentarios de noviembre en EE.UU.

Poco después del cierre de las urnas en el estado sureño, los principales medios de comunicación del país proyectaron la victoria de Cassidy, el gran favorito en la segunda vuelta y que con el 97 % de los votos escrutados contaba con el 56,8 % de los sufragios, frente al 43,2 % de Landrieu, senadora desde 1997.

La elección de Cassidy en Luisiana significa que los republicanos han ganado un total de nueve escaños en el Senado tras los comicios del pasado 4 de noviembre, y mantendrán una mayoría de 54 asientos frente a los 45 de los demócratas cuando la nueva Cámara Alta comience su sesión el próximo mes de enero.

Los demócratas, que perdieron el control del Senado en las elecciones de noviembre, no tenían grandes esperanzas en la segunda vuelta en Luisiana, programada debido a que durante la votación del mes pasado ninguno de los dos candidatos llegó al 50 % más uno de los votos necesarios para proclamarse vencedor.

Cassidy, un médico que desde 2009 era congresista por Luisiana en la Cámara de Representantes de EE.UU., atribuyó su victoria al apoyo del estado a "un Gobierno que nos sirva pero no nos diga qué hacer".

"El 4 de noviembre, el pueblo estadounidense envió un mensaje de que no les gusta el rumbo al que va este país. Ustedes, aquí, han puesto el signo de exclamación a ese mensaje, un mensaje de que queremos que el país vaya en una dirección conservadora", señaló Cassidy en su discurso triunfal en la localidad de Baton Rouge.

Mientras, Landrieu, cuya derrota deja a los demócratas sin ningún senador que represente a los estados tradicionalmente republicanos del sur, aceptó el resultado durante un discurso en Nueva Orleans.

"Acabo de llamar al excongresista Cassidy para felicitarle por una gran carrera. Le he dicho que representar a la gente de este estado es el mayor honor que nadie puede tener", dijo la senadora.

Como otros demócratas en estados tradicionalmente conservadores, Landrieu trató durante su campaña de distanciarse del presidente estadounidense, Barack Obama, e hizo especial énfasis en su apoyo a la construcción del oleoducto Keystone XL, que transportaría crudo desde Canadá al Golfo de México.

La senadora impulsó en noviembre la votación de un proyecto de ley para aprobar el oleoducto, que fracasó por un solo voto en el pleno del Senado, y contó con el apoyo y donaciones de varios grupos de la industria energética.

No obstante, el Comité Demócrata de Campañas para el Senado decidió en el último momento no gastar 2 millones de dólares que había comprometido para la segunda vuelta en Luisiana, algo por lo que Landrieu se ha declarado "extremadamente decepcionada".

Además, los votantes de Luisiana también eligieron hoy a dos nuevos miembros para la Cámara de Representantes de EE.UU., que comenzará su próxima sesión en enero con su mayor mayoría republicana desde la Segunda Guerra Mundial.

Los dos candidatos vencedores son también republicanos: Garret Graves y Ralph Abraham.