Un tribunal egipcio confirmó hoy la pena de muerte para doce islamistas acusados de asesinar a un alto mando policial y de formar una organización terrorista el pasado mes de septiembre en Kerdasa, al sur de El Cairo, informaron a Efe fuentes judiciales.

El tribunal penal de Guiza emitió su fallo firme tras consultar la opinión del muftí, máxima autoridad religiosa del país.

Además, el tribunal confirmó también la cadena perpetua para otros diez condenados y la absolución para un último acusado, añadieron las fuentes.

De los doce condenados a muerte, que serán previsiblemente ejecutados en la horca, siete están detenidos y otros cinco huidos, informó la agencia oficial egipcia de noticias, Mena.

Los 22 condenados estaban acusados de asesinar al general de policía Nabil Farag, intentar matar a otro agente, usar armas de fuego y explosivos, resistirse a las autoridades y poseer aparatos de comunicaciones sin la autorización de las autoridades competentes.

Además, se les atribuyeron delitos de terrorismo y la formación de un grupo ilegal que tuvo como objetivo impedir que las autoridades y las instituciones del Estado practicaran sus labores.

También, según Mena, atentaron contra la libertad personal de los ciudadanos, dañaron la unidad nacional y la paz social, atacaron instalaciones públicas con el objetivo de alterar el orden y recurrieron al terrorismo para cumplir con esos propósitos.

La Fiscalía sostuvo en el proceso que los condenados cometieron los delitos entre el 14 de agosto y el 5 de octubre del año pasado.

El 14 de agosto de 2013 se produjo el desmantelamiento de las plazas cairotas de Rabea Al Adauiya y Al Nahda, donde se concentraban miles de islamistas para pedir la vuelta del presidente egipcio, Mohamed Mursi, quien había sido derrocado por un golpe militar el 3 de julio de ese mismo año.

Este hecho desencadenó varios episodios violentos en respuesta a la actuación policial por todo el país.