El ministro de Energía de Turquía, Taner Yildiz, ha elevado este jueves a primera hora el balance de víctimas mortales por la explosión registrada el martes en una mina de Soma (oeste), hasta los 282, según ha informado la agencia estatal turca de noticias, Anatolia.

El Gobierno ha decretado tres días de luto nacional, en los que las banderas ondearán a media asta y el Parlamento permanecerá cerrado, en honor de las víctimas del accidente, que, de confirmarse la cifra de fallecidos, se convertiría en el peor desastre de este tipo en la historia del país.

Hasta la fecha, la mayor catástrofe de estas características se registró en 1992, cuando 263 mineros fallecieron a causa de una explosión en el interior de una mina. Más de 3.000 personas han muerto y más de 100.000 han resultado heridas en el país en incidentes de este tipo desde 1941, según los datos oficiales.

Turquía ha sido escenario este miércoles de movilizaciones ciudadanas por la tragedia y el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, ha sido increpado en su visita al yacimiento donde se produjo la explosión y donde siguen agolpándose familiares de las víctimas y de los trabajadores atrapados.

En Ankara, la Policía ha dispersado con gases lacrimógenos y cañones de agua a unos 800 jóvenes reunidos en la Universidad Técnica de Oriente Próximo y que querían marchar hacia el Ministerio de Energía, informa el periódico 'Hurriyet'.

Las fuerzas de seguridad también han intervenido en Estambul para bloquear el simbólico parque Gezi, escenario de protestas antigubernamentales masivas el año pasado. Varias asociaciones han llamado a la población a manifestarse en esta zona para protestar por lo ocurrido en la mina.

Por otra parte, varios sindicatos han convocado para este jueves un paro laboral con tres minutos de silencio para protestar. Además, estas organizaciones han pedido a sus miembros que lleven ropa negra como homenaje a las víctimas.

Algunos trabajadores de la mina, por su parte, han señalado a los medios locales que aún podía haber entre 300 y 400 personas en la mina y que era poco probable encontrarlas con vida.

En todo caso, se teme que aumente el número de muertos y que este siniestro sea el mayor de su tipo de la historia de Turquía.

Horas después de anunciarse que un minero había sido rescatado con vida, lo que aumentó las esperanzas de encontrar a más supervivientes, se aclaró que el rescatado, que acabó falleciendo, era un miembro de los equipos de rescate.