Las integrantes del grupo de protesta Pussy Riot Pussy RiotNadezhda Tolokónnikova y María Aliojina han denunciado que han sido agredidas a latigazos por cosacos que están ayudando a patrullar Sochi durante los Juegos Olímpicos de Invierno.

Tolokónnikova y Aliojina, que permanecieron casi dos años en prisión por interpretar en una catedral de Moscú una oración contra el presidente ruso, Vladimir Putin, han asegurado que han sido atacadas en Sochi cuando varios miembros de su banda iban a interpretar una canción.

"Bajo un cartel de Sochi 2014, al son de 'Putin nos enseñará a amar nuestra patria', los cosacos atacaron a Pussy Riot, nos golpearon con látigos y nos rociaron con una gran cantidad de gas pimienta", ha denunciado en Twitter Tolokónnikova.

Un video difundido en la página web de un canal de televisión ruso muestra a las miembros de Pussy Riot poniéndose sus característicos pasamontañas de colores e interpretando una canción ante una pared decorada con el diseño de los Juegos de Sochi.

En las imágenes se ve a una de ellas siendo rociada por algo que parece ser espray de pimienta, mientras un cosaco golpea a varias personas con un látigo y otro arranca bruscamente los pasamontañas a las activistas.

Aliojina ha difundido varias fotografías de sangre goteando de la cara de un seguidor después del ataque. Otra imagen muestra marcas rojas en el torso de Tolokónnikova. David Jakim, un activista que fue brevemente detenido por una protesta individual en Sochi esta semana, ha explicado que ha presenciado el ataque.

"Los cosacos echaron gas en mis ojos. Comenzaron a golpearnos con los látigos, después de lo cual empezaron a asfixiarnos delante de un agente de policía", ha indicado en Twitter. Los cosacos han disfrutado de un resurgir bajo el mandato de Putin y están siendo utilizados para reforzar la seguridad en los Juegos Olímpicos.

"Lo más probable es que esto sea algún tipo de provocación barata", ha afirmado Konstantin Perenizhko, el 'número dos' del líder militar regional de los cosacos.

Los cosacos, que no forman parte de la Policía ni del Ejército y en el pasado patrullaron las fronteras de Rusia, son utilizados para mantener el orden y trabajan con la Policía para hacer arrestos.

Aliojina y Tolokónnikova fueron detenidas el martes como sospechosas de robo en Sochi pero quedaron en libertad poco después, menos de dos meses después de su salida de prisión gracias a un indulto. Las dos jóvenes cumplieron casi dos años de prisión por vandalismo motivado por odio religioso después de interpretar una canción protesta contra Putin en la principal catedral de Moscú.