El tesorero de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Angela Merkel ha presentado este viernes su dimisión después de que se haya conocido que tiene cuentas con medio millón de dólares en el extranjero, si bien ha asegurado que no ha infringido ninguna ley o eludido impuestos sino que lo hace por evitar daños a su partido y su familia.
Helmut Linssen, un antiguo ministro de Finanzas de Renania del Norte-Westfalia y tesorero de la CDU desde 2010, ha indicado al diario 'Bild' que tiene unos 420.000 euros en paraísos fiscales en nombre de su madre anciana.
Linssen, que fue el ministro de Finanzas del estado más poblado del país entre 2005 y 2010, ha defendido que no ha hecho nada ilegal. "He decidido, en el interés de mi partido y de mi familia, pedir a la líder del partido (Merkel) que encuentre un nuevo tesorero en el próximo congreso del partido en abril", ha declarado al diario. "No hice ninguna trampa. Solo estaba intentando ayudar a mi madre y seguí las normas al pie de la letra", ha asegurado.
En otra entrevista concedida al diario local 'Neue Ruhr Zeitung', Linssen ha insistido en que no hizo "nada malo". "Pero no voy a dejar que me hagan desfilar por una pista de circo tirando de un anillo en la nariz", ha asegurado.
Este es el último escándalo fiscal que golpea a los políticos alemanes y sus celebridades. El alcalde de Berlín, Klaus Wowereit, también está siendo presionado para que dimita porque sabía desde hace años que su concejal de Cultura, Andre Schmitz, había evadido impuestos pero le permitió seguir en el cargo.
Las portadas de la prensa alemana han estado dominadas en los últimos días por las confesiones públicas de la feminista Alice Schwarzer sobre la evasión fiscal. Schwarzer, una activista contra la pornografía considerada por las feministas como una autoridad moral, había tenido que pagar 200.000 euros en impuestos más intereses a las autoridades en la última década.
Este caso se suma al del presidente del club de fútbol Bayern Munich, Uli Hoeness, que será juzgado en marzo por evasión fiscal.
