Los colegios electorales han abierto hoy sus puertas para que los 6,4 millones de zimbabuenses convocados a las urnas puedan votar en unas elecciones en las que está en juego la continuidad del presidente Robert Mugabe, que lleva 33 años al frente del país africano.

Los cerca de 10.000 colegios electorales repartidos en las diez provincias del país y vigilados por unos 62.000 policías permanecerán abiertos entre las 07:00 y las 19:00 hora local (05:00 y 17:00 hora GMT) para los comicios presidenciales, senatoriales, parlamentarias y locales.

En unas elecciones de las que depende en buena medida el reinicio de las relaciones con la comunidad internacional, Mugabe y el primer ministro del Gobierno de unidad nacional, Morgan Tsvangirai, se enfrentarán por tercera vez, en una carrera presidencial ajustada.

Salvo sorpresa, uno de los dos será el vencedor, aunque concurren otros dos candidatos, tras la retirada de un quinto aspirante a última hora.

De ganar Tsvangirai, líder del Movimiento para el Cambio Democrático (MDC), el primer ministro ha prometido retomar el contacto con Occidente, ya que las reformas iniciadas por Mugabe desde principios de siglo ahuyentaron las inversiones extranjeras.

Reforma de "indigenización"

En caso de continuar Mugabe (de la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico, ZANU-PF) en la jefatura del Estado, seguiría con la polémica reforma de "indigenización", una apropiación -a veces sin compensación- de tierras y empresas de blancos por parte de negros.

La jefa de la Comisión Electoral, Rita Makarau, confía en que las votaciones se concluyan en un solo día y cree "improbable" que haya que ampliar el plazo de sufragio.

Asimismo, Makarau ha asegurado que los resultados de las elecciones presidenciales se publicarán, como muy tarde, cinco días después del cierre de urnas.

En los últimos comicios, los resultados no se conocieron hasta pasadas cinco semanas, y mostraron una victoria de Tsvangirai, aunque sin el suficiente margen para evitar una segunda ronda.

Entonces, una ola de violencia llevada a cabo por seguidores de Mugabe terminó con la vida de 200 seguidores del MDC, y, en protesta, el líder opositor boicoteó la segunda vuelta.

La disputa se zanjó con la mediación de la Comunidad para el Desarrollo de África Meridional (SADC), que propuso un acuerdo para un Gobierno de unidad nacional, vigente desde 2009.

Para velar por el correcto desarrollo de las elecciones, hay 600 observadores internacionales acreditados (en su mayoría, de países africanos) y 6.000 locales.