Los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, han sido este lunes padres de un niño, que ocupa el tercer lugar en la línea de sucesión al trono británico y cuyo nacimiento ha generado una gran expectación en el Reino Unido.

Después de varios días de espera y de un parto que ha durado poco más de quince horas, Catalina dio a luz a un niño en la clínica privada "Lindo" del hospital St. Mary, en el centro de Londres.

En el día más caluroso del año en el Reino Unido, la duquesa, de 31 años, fue hospitalizada sobre las 05.00 GMT de hoy con las primeras contracciones, pero el anuncio oficial del palacio de Kensington fue divulgado sobre las 19.30 GMT.

El bebé ha pesado 3,8 kilos y tanto la madre como el recién nacido se encuentran bien, según el comunicado, en el que se ha precisado que el príncipe Guillermo estuvo presente en el parto.

"La Reina, el duque de Edimburgo, el príncipe de Gales, la duquesa de Cornualles (Camilla), el príncipe Enrique y miembros de las dos familias han sido informados y están encantados con la noticia", reza la nota difundida por el palacio de Kensington.

Tanto la madre como el recién nacido permanecerán hospitalizados en St.Mary esta noche, agrega la fuente.

El nacimiento del llamado "bebé real" ha generado una gran atención mediática, pues numerosos fotógrafos y cámaras llevaban semanas haciendo guardia ante el hospital.

La familia real no ha informado aún del nombre del recién nacido, pero las casas de apuestas indicaron hoy que el favorito entre los británicos es Jorge, nombre del patrón de Inglaterra.

Como es tradición, tras el comunicado del palacio de Kensington, un emisario real llevó un papel firmado por el médico que atendió a Catalina, Marcus Setchell, para colocarlo sobre un gran caballete dorado ante las rejas del palacio de Buckingham.

Tras conocerse el anuncio, británicos y turistas se congregaron ante el palacio de Buckingham en medio de una explosión de alegría colectiva, con vítores hacia los duques y la familia real.

El príncipe Carlos admitió hoy estar "lleno de alegría" por el nacimiento de su primer nieto y dijo que tanto él como su esposa, la duquesa de Cornualles, están encantados con la noticia.

En un breve comunicado, el príncipe de Gales afirmó que el nacimiento es un "momento increíblemente especial" para los duques de Cambridge y también admite estar "enormemente orgulloso y feliz de ser abuelo por primera vez".

La reina Isabel II, de 87 años, también dio a conocer un escueto comunicado en el que manifiesta que tanto ella como su marido, el duque de Edimburgo, están encantados con su tercer bisnieto.

Además de la reina, el príncipe Guillermo dijo en una pequeña nota: "No podríamos ser más felices".

Por su parte, el primer ministro británico, David Cameron, calificó el nacimiento de "momento importante en la vida de nuestro país", y destacó que los británicos "celebrarán" la noticia.

"Han sido unos años destacados para la familia real, una boda real (de los duques en 2011) que captó los corazones de la gente, un extraordinario y magnífico jubileo (de diamantes) y ahora el nacimiento real, todo de una familia que ha dado a este país un increíble servicio", puntualizó el jefe del Gobierno.

El recién nacido lleva el título de príncipe de Cambridge por expresa concesión de la Reina y su nacimiento se ha producido en el año en que Isabel II cumple 60 años desde su coronación.

De haber sido niña, la pequeña también ocuparía el tercer lugar en la línea sucesoria a la corona tras el cambio en la legislación, que hasta ahora daba prioridad al varón.

Catalina recibió la atención de un equipo médico encabezado por Marcus Setchell, y le acompañó el ginecólogo Alan Farthing, muy conocido en el Reino Unido por haber estado comprometido con la expresentadora de la cadena BBC Jill Dando, asesinada en 1999.

Se espera que el duque de Cambridge se tome dos semanas de permiso de paternidad de su trabajo como piloto de helicópteros de búsqueda y rescate de la Real Fuerza Aérea (RAF).

Catalina ha dado a luz más de dos años y tres meses después de casarse con el príncipe Guillermo en la Abadía de Westminster, donde entró como Kate Middleton y salió como Catalina, duquesa de Cambridge, en una ceremonia que recibió una gran atención mediática.