El nuevo primer ministro italiano, Enrico Letta, está desgranando este lunes su programa de gobierno para el país entre cuyas medidas destaca la suspensión del impuesto a la primera vivienda introducido por el Gobierno anterior y cuya anulación había reclamado reiteradamente el ex 'premier' Silvio Berlusconi.

Según ha indicado Letta durante su discurso ante la Cámara de Diputados, "hay que superar el actual sistema sobre el impuesto a la primera vivienda empezando con la suspensión del pago de junio", en referencia al IMU aprobado por el Gobierno de Mario Monti.

El objetivo, ha precisado, es que el Parlamento pueda llevar a cabo una "reforma general del sistema impositivo".

En este sentido, ha adelantado que se bajarán los impuestos al trabajo porque, según él, "no es suficiente con los incentivos monetarios". Letta se ha mostrado particularmente preocupado por los jóvenes y por la falta de expectativas y ha prometido que el trabajó será su prioridad porque "sin trabajo no podemos salir de la pesadilla del empobrecimiento".

Por otra parte, ha prometido que el suyo será un Gobierno europeísta, prueba de lo cual es que, de conseguir entre hoy y mañana la confianza del Parlamento, tiene previsto viajar este miércoles y jueves a Bruselas, Berlín y París.

Asimismo, ha dejado claro que el suyo será un Ejecutivo "serio y creíble" en lo que al saneamiento de las cuentas públicas se refiere y ha reclamado la necesidad de una "moralización de la vida pública". En este sentido, ha prometido luchar contra la corrupción y ha defendido la necesidad de una "justicia para todos los ciudadanos".

También ha prometido a los italianos una "firme lucha contra la evasión" ya que, según él, "no se pueden pedir siempre sacrificios a los mismos".