El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró hoy que la inacción del Consejo de Seguridad de la ONU con Siria repite errores del pasado y alienta las matanzas del régimen de Bachar el Asad.

"El Consejo de Seguridad no ha intervenido en la tragedia humanitaria que sucede en Siria desde hace 20 meses, a pesar de todos nuestros esfuerzos", dijo Erdogan en su intervención ante un foro en Estambul.

"Hay una actitud que alienta y da luz verde a Assad a matar a decenas o cientos de personas cada día", recalcó.

Según Erdogan, el Consejo de Seguridad estaba cayendo en los mismos errores que en la década de los 90 permitió masacres en los Balcanes durante las guerras de desintegración de la antigua Yugoslavia.

"Qué triste es que Naciones Unidas sea tan impotente como lo fue hace 20 años cuando presenció la masacre de cientos de miles de personas en los Balcanes, Bosnia y Srebrenica", dijo Erdogan sobre la localidad bosnia en la que se perpetró la mayor masacre en suelo europeo desde la II Guerra Mundial.

Rusia, potencia con derecho de veto en el Consejo de Seguridad y aliado de Damasco, ha impedido acciones más duras contra Siria en la ONU.

Por ello, Erdogan solicitó una reforma del Consejo de Seguridad para evitar que "el mundo esté a merced de esos cinco miembros" del órgano de la ONU, formado por EEUU, China, Francia, Reino Unido y Rusia.

Escalada de la tesión

Ankara y Damasco se encuentran inmersos en una escalada de tensión después de que la semana pasada cayera un obús sirio en territorio turco y matara a cinco civiles.

El mediador de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Lajdar Brahimi, se encuentra hoy en Turquía para reunirse con el ministro turco de Exteriores, Ahmet Davutoglu, y con el presidente, Abdullah Gül, y obtener información sobre los últimos incidentes entre los dos países vecinos.

En los últimos días los incidentes entre Ankara y Damasco han subido de intensidad, y el viernes dos cazas turcos F-16 intimidaron a un helicóptero artillado del Ejército sirio que bombardeaba posiciones de los rebeldes en el pueblo de Azmarin, en la frontera entre ambos países.

El jueves Ankara acusó a Damasco de transportar material militar ilegal en un avión de pasajeros que cubría la ruta Moscú-Damasco y que dos F-16 turcos obligaron a aterrizar en Ankara para someterlo a una inspección.

En los últimos días el Ejército turco ha respondido con fuego de artillería a la caída de obuses sirios en su territorio, y el jefe del Estado Mayor, Necdet Özel, ha advertido sobre una respuesta "más dura" si caen más proyectiles.

El conflicto que se vive en Siria desde marzo de 2011 ha causado ya unos 25.000 muertos, mientras que 2,5 millones de personas necesitan ayuda humanitaria y más de 250.000 se han refugiado en los países vecinos, según Naciones Unidas.