El presidente de Siria, Bashar al Assad, ha reaparecido este domingo en público participando en una mezquita de Damasco en la festividad de Eid al Fitr, que marca el fin del Ramadán.

Las imágenes difundidas por la televisión estatal muestran al mandatario sentado con las piernas cruzadas durante el sermón, en el que se definió a Siria como una víctima de la conspiración de Estados Unidos, Israel y otros países occidentales y árabes.

Junto a Al Assad figuraba su primer ministro, pero no así el vicepresidente, Farouk al Shara, con cuya deserción se ha especulado este fin de semana. El régimen negó el sábado que Al Shara los rumores y aseguró que el vicepresidente sigue en su puesto.

Las fuerzas del Gobierno han intensificado desde entonces su lucha contra los rebeldes opositores, también en la capital siria. Naciones Unidas calcula que desde el comienzo de las revueltas, en marzo de 2011, han muerto 18.000 personas y otras 170.000 han abandonado el país.

Los servicios de inteligencia del Reino Unido podrían estar ayudando de forma encubierta a los rebeldes sirios a luchar contra las fuerzas de Bachar al Asad, informa hoy el dominical británico "The Sunday Times".

Según este rotativo, los servicios de espionaje de este país han contribuido a que los rebeldes sirios hayan efectuado ataques devastadores contra el ejército leal a Al Asad, entre ellos una emboscada contra 40 tanques de esas tropas.

Un dirigente de los rebeldes sirios señaló que las autoridades del Reino Unido "conocen y aprueban un cien por ciento" de los datos que la inteligencia británica de sus bases en Chipre hacen llegar, a través de Turquía, a las tropas rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS).

"Los servicios de inteligencia del Reino Unido están observando la situación muy de cerca desde Chipre. Es muy útil pues averiguan muchísimas cosas", dijo la misma fuente.

De acuerdo con este testimonio, "los británicos -que cuentan con dos bases militares en Chipre- pasan la información a los turcos y a los americanos", mientras que los rebeldes la obtienen de las turcos.

La violencia no ha disminuido en Siria pese a los últimos esfuerzos mediadores, con la designación este viernes del diplomático argelino Ladjar Brahimi como nuevo enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, en sustitución de Kofi Annan, quien presentó la dimisión el pasado día 2.

Mientras, los observadores internacionales han comenzado su retirada de Siria, que culmina esta medianoche, aunque la ONU mantendrá una pequeña oficina política en Damasco.