El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, hizo este jueves gala de su tradicional locuacidad para salir al paso de los rumores sobre su internamiento por una presunta crisis de salud y acusó a la oposición de querer generar incertidumbre.

Vestido con ropa deportiva y guante de béisbol en mano, Chávez aseguró a los periodistas que el cáncer que tenía salió con el tumor que le fue extraído en Cuba el 20 de junio pasado y durante alrededor de dos horas pasó revista a la agenda venezolana ante los periodistas.

El gobernante volvió por sus fueros retóricos al comentar una información difundida ayer por el diario El Nuevo Herald de Miami (EE.UU.), según la cual había sido ingresado de emergencia el martes en el Hospital Militar.

El diario fundamentó su información en "fuentes cercanas a la situación" que no citó y que aseguraban que el mandatario había ingresado en un "estado general comprometido" y "bastante grave".

Son rumores que forman parte de una campaña "morbosa, grosera, inhumana", dijo el presidente de pie ante las cámaras.

"Yo tuve cáncer en una pelota que fue extraída", indicó en alusión a la operación a la que fue sometido el pasado 20 de junio en Cuba.

Además, mientras leía la noticia de El Nuevo Herald, aseguró que todo lo que se dice sobre un supuesto cáncer en el colon "es falso".

"Afortunadamente para los que me quieren y para mí, (el cáncer) estaba encapsulado, el cuerpo se fue protegiendo y era una pelota dura, ¡ah! (si) hubiera pasado el tiempo a lo mejor se rompe", dijo.

Chávez volvió a negarse a identificar el tipo de cáncer que se le detectó en Cuba y al referirse al interés por ese dato preguntó: "¿No hay algo de morbosidad en ello? Cada cual que haga la reflexión que tenga que hacer".

"Ya hoy han pasado once días del último ciclo de la quimioterapia (...) y, bueno, estoy en el periodo de recuperación de ese último ciclo, de esa etapa", afirmó, al agregar que "todos los últimos exámenes han dado resultados muy positivos; incluso, el colesterol".

Chávez habló además de su mediación en la liberación de dos estadounidenses la semana pasada por Irán, que, según dijo el presidente, hizo a petición del actor estadounidense Sean Penn; del litigio territorial con Guyana; del accidente ferroviario en Venezuela y de los problemas con la petrolera brasileña Petrobras.

Previamente y acompañado por varios miembros de su gabinete, entre ellos, los ministros de Exteriores, Nicolás Maduro, y Comunicación, Andrés Izarra, Chávez ejercitó el brazo lanzando una pelota de sóftbol a sus colaboradores.

En la mañana, Chávez ya había hecho un primer comentario sobre los rumores asegurando en una comunicación telefónica al canal de televisión estatal que su recuperación iba "bien" y pidiendo a los venezolanos que no hicieran caso a los rumores que aseguran lo contrario.

"Yo sería el primero, todo el pueblo me conoce, yo sería el primero de todos los venezolanos en salir a decir, a explicar o a comunicar cualquier dificultad en el proceso. No ha surgido ninguna más allá de lo normal", sostuvo el gobernante.

Chávez consideró que esos mensajes buscan "generar incertidumbre" y no dudó en acusar a "laboratorios de guerra psicológica, sobre todo dada la oposición política" en Venezuela y sus "conexiones con el imperio yanqui" de estar detrás de ellos.

Además, hizo un llamamiento en este contexto a sus opositores a que firmen un documento por el que se comprometan a aceptar los resultados electorales de las presidenciales del 7 de octubre de 2012 y descalificó a los precandidatos que aspiran a ganar las internas opositoras del 12 de febrero próximo, a los que tildó de "majunches (poca cosa) arrodillados" a Estados Unidos.

Uno de esos precandidatos, el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, descartó que la oposición esté detrás de tales rumores, aunque sostuvo que éstos se generan "porque debe haber razones".

"No hay ninguna intención de mantener informado a nuestro pueblo sobre algo que debería ser del conocimiento público como es la situación del presidente", expresó Capriles al referirse a la enfermedad de Chávez, al tiempo de negar que la oposición esté detrás de ninguna campaña.

En un acto público del que informaron medios locales, Capriles aseguró que si él estuviera enfermo, "todos los mirandinos tienen el derecho de saber cuál es la salud de su gobernador igual pasa con el jefe de Estado que tiene una situación compleja (...) La vida de uno es pública", afirmó.