La coalición de gobierno que dirige la canciller federal, Angela Merkel, ha acordado adelantar en apagón nuclear en Alemania al año 2022, aunque ya en 2021 habrán sido desconectadas la gran mayoría de las centrales atómicas de Alemania.

La Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, socialcristianos bávaros (CSU) y liberales (FDP) señalaron esta madrugada que nunca más volverán a ser conectadas a la red las ocho centrales cuya clausura provisional se anunció tras la catástrofe de Fukushima.

El titular alemán de Medio Ambiente, Nobert Röttgen, comunicó a la prensa entrada la madrugada de hoy que las tres plantas nucleares más modernas retrasarán eventualmente su cierre hasta 2022 en el caso de que surjan problemas con el suministro eléctrico.

Esas plantas deben ser vistas como "reserva de seguridad", dijo Röttgen, quien comentó que el acuerdo entre las tres formaciones prevé que en el año 2018 se decida si el apagón puede llevarse a cabo en 2021 o un año más tarde.

Röttgen comentó que también una de las ocho plantas actualmente desconectadas se mantendrá hasta 2013 como reserva estratégica lista para su conexión a la red en caso de deficiencias en el suministro y que será la Oficina Federal de Seguridad Nuclear la encargada de escoger la planta.

Asimismo señaló que los partidos de la coalición han acordado no eximir a las compañías eléctricas del pago del nuevo impuesto para las barras de combustible nuclear, que tiene como fin financiar el desarrollo y construcción de centrales eléctricas de energía renovable y supone unos ingresos de 2.300 millones de euros anuales.

La decisión de los partidos de la coalición que dirige Merkel supone un retorno a la determinación tomada en el año 2000 por la entonces coalición de socialdemócratas y verdes, a las órdenes de Gerhard Schröeder, que había aprobado por ley el fin de la era nuclear en 2021.

Merkel y su equipo se retractan así de la ley que aprobaron el pasado otoño para prolongar la vida de los 17 reactores nucleares que tiene Alemania una media de 14 años y que retrasaba hasta 2036 la clausura de la última planta atómica en activo.

La decisión de la coalición de gobierno alemana tiene su base en el informe elaborado por la llamada Comisión Ética, instaurada tras la catástrofe de Fukusihima, que hoy entrega oficialmente su documento a Merkel y lo hace posteriormente público ante la prensa.

La comisión aconseja no retrasar el apagón nuclear mas allá de 2021, pero considera que podría ser adelantado incluso varios años si se acelera la apuesta por las energías renovables y se toman otras medidas para reducir el consumo eléctrico.

A la búsqueda del mayor consenso parlamentario posible, la decisión de los partidos del gobierno fue comunicada inmediatamente a los líderes de la oposición socialdemócrata (SPD) y verde, que fueron citados a la cancillería y que expresaron, sin embargo, sus dudas acerca de la iniciativa.

El presidente del SPD, Sigmar Gabriel, comentó que su partido está dispuesto al consenso, pero bajo condiciones claras que deberán ser negociadas y el líder verde Jürgen Trittin manifestó que aun quedan muchas cuestiones sin aclarar y criticó que el apagón nuclear no sea claro y definitivo.

Tras entrevistarse con Merkel, Gabriel cuestionó, entre otras cosas, la apuesta de la coalición de Gobierno de mantener reactores como reserva, ya que "se trata de planteamientos que poco tienen que ver con la realidad técnica".