El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn ha sido trasladado desde un apartamento en el Bajo Manhattan a otro de la lujosa barriada de TriBeCa, donde continuará con su arresto domiciliario bajo la vigilancia de un guardia armado.

El francés, vestido con un traje gris y una camisa azul, ha salido de su antigua residencia sin esposas, aunque escoltado por dos efectivos de seguridad. Un vehículo deportivo le ha trasladado a su nuevo domicilio.

Se trata de una vivienda unifamiliar de dos pisos con tres dormitorios, cuatro baños, una cocina y un amplio 'loft' a modo de salón, según ha informado una de las fuentes cercanas al caso.

Strauss-Kahn solamente podrá abandonar esta residencia para comparecer ante el juez, reunirse con sus abogados, realizarse exámenes médicos y cumplir con sus obligaciones religiosas semanales.

El pasado viernes, fue puesto en libertad tras pagar una fianza de un millón de dólares (709.984 euros) y depositar una garantía de cinco millones (3,5 millones). Anteriormente, pasó cuatro noches en la prisión de Rikers Island acusado de intentar violar a una de las empleadas del hotel donde se alojaba en Nueva York.

La defensa del exdirector gerente del FMI Dominique Strauss-Kahn afirma que posee información que puede "minar gravemente" la credibilidad de la mujer que le acusó de agresión sexual, y pidió al juez del caso que frene las filtraciones del proceso a la prensa que atribuye a la Policía de Nueva York.

Así lo informa hoy el diario The New York Post, que se hace eco de una carta de los abogados William Taylor y Benjamin Brafman dirigida a la fiscalía y al juez que instruye el caso contra DSK, quien está acusado formalmente de siete cargos por abuso sexual e intento de violación de una empleada del lujoso hotel neoyorquino en que se alojó a mediados de mayo, una mujer guineana de 32 años.

"Si intentásemos alimentar indebidamente esta histeria mediática, nosotros podríamos publicar información sustancial que en nuestra opinión socavaría seriamente la calidad de este proceso y también minaría gravemente la credibilidad de la demandante", afirma la misiva, según el diario neoyorquino.

Los gastos de seguridad que conlleva su arresto domiciliario se han evaluado en torno a 200.000 dólares al mes, que son costeados por su esposa, la millonaria periodista franco-estadounidense Anne Sinclair.