El presidente de EEUU, Barack Obama, aseguró hoy que EEUU y Francia están unidos en su determinación de "acabar la tarea" en Libia y conseguir la marcha del líder de ese régimen, Muamar al Gadafi.

Obama se reunió hoy con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en la segunda y última jornada de la cumbre del G8 que se desarrolla en Deauville (Francia).

En unas breves declaraciones conjuntas al término de su encuentro, Sarkozy indicó: "compartimos el mismo análisis: Gadafi debe marcharse" pues "el pueblo libio tiene derecho a un futuro democrático".

Por su parte, Obama señaló que ambos habían coincidido en que se han logrado progresos en la campaña de la OTAN en Libia para proteger a la población civil pero esta meta no se podrá cumplir por completo en tanto Gadafi permanezca en el poder.

"Estamos de acuerdo en que hemos logrado progresos en nuestra campaña en Libia, pero no se puede lograr el mandato de la ONU de proteger a los civiles mientras Gadafi permanezca en Libia, dirigiendo sus fuerzas a actos de agresión contra el pueblo libio", explicó Obama.

Ambos mandatarios analizaron también en su encuentro los movimientos de agitación civil en el mundo árabe para exigir cambios políticos y las vías más adecuadas para apoyarlos.

El G8 tiene previsto abordar el apoyo a estos movimientos en sus sesiones de hoy y dar su respaldo al plan propuesto por Obama para asistir económicamente a los procesos de transición en Oriente Medio y el norte de Africa de modo que estos países puedan reformar sus finanzas, crear empleo e integrarse en el comercio mundial.

Obama y Sarkozy repasaron también cuestiones como la guerra en Afganistán, el programa nuclear iraní o la marcha de la economía mundial.

En sus declaraciones, Sarkozy precisó que había felicitado a Obama por su discurso sobre Oriente Medio del pasado día 19 en el que propuso un Estado palestino basado sobre las fronteras de 1967 modificadas con intercambios de territorios acordados mutuamente.

"Fue un discurso lúcido y valiente", indicó Sarkozy.

Tras la clausura hoy de la cumbre del G8, Obama partirá hacia Polonia, la última etapa de una gira por Europa de seis días que le ha llevado también a Dublín y Londres.

El presidente francés mantuvo ayer otro encuentro bilateral con su homólogo ruso, Dmitri Medvédev, en el que éste expuso sus divergencias sobre la intervención internacional en Libia.

Sarkozy, en cualquier caso, agradeció a Medvédev que Moscú se hubiera abstenido en el voto de la resolución de la ONU que permitió la operación militar contra el régimen de Gadafi porque sin ella "Bengasi hubiera desaparecido del mapa por la locura mortífera de un hombre que había prometido una represión sin precedentes".También intentó convencer al presidente ruso de que no será la coalición internacional, sino los propios libios, los que decidirán sobre su futuro.