El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se mostró dispuesto ante el Congreso de EEUU a "adquirir compromisos dolorosos" para alcanzar la paz con los palestinos, pero no aceptará volver a las fronteras de 1967.

Netanyahu rechazó así el planteamiento del presidente estadounidense, Barack Obama, durante un discurso en una sesión conjunta del Senado y la Cámara de Representantes, que fue ovacionado en varias ocasiones por los legisladores.

La propuesta de Obama es que las negociaciones de paz se abran tomando como base las fronteras que había en 1967, que pueden ser modificadas por un acuerdo de las partes.

En ese año tuvo lugar la llamada Guerra de los Seis Días, el tercer enfrentamiento israelí-árabe, que concluyó con la ocupación de Israel de Cisjordania y Jerusalén Este, Gaza, la Península del Sinaí y los Altos del Golán. En 1978, como resultado de los acuerdos de Camp David, Israel devolvió el Sinaí a Egipto.

La propuesta de Obama recibió el rechazo inmediato de Netanyahu, que el pasado viernes se reunió en la Casa Blanca con el gobernante estadounidense, en un encuentro en que quedaron patentes sus diferencias.

En un entorno hoy más amigable, Netanyahu dejó claro que tanto él como sus predecesores quieren la paz y aceptan la creación de un estado palestino como solución.

"Pero el problema no es éste. El problema es que los palestinos no aceptan la existencia de un estado judío", dijo Netanyahu.

Aun así, el primer ministro dejó claro que la paz exigirá "compromisos dolorosos" y prometió que su país será "generoso" en la cesión de territorio, pero plantear volver a las fronteras de 1967 es, según dijo, inaceptable.

Como argumento, indicó que millones de judíos viven desde hace décadas en asentamientos que quedarían fuera de Israel, algo a lo que su país no está dispuesto. También alegó motivos de seguridad, al indicar que esas fronteras serían, hoy en día, indefendibles.

Otra de las cuestiones a las que Israel no está dispuesto es ceder una parte de Jerusalén.

"Jerusalén nunca más será dividido. Sé que es un asunto difícil de aceptar para los palestinos, pero con creatividad e imaginación podemos alcanzar una solución", indicó.

En su intervención, que fue interrumpida en una ocasión por una activista árabe, Netanyahu cargó contra Irán, al que acusó de nuevo de estar patrocinando el terrorismo, y felicitó a EEUU por la captura y muerte del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden.

También pidió al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, que rompa el reciente pacto de reconciliación palestino entre Al Fatah, que gobierna Cisjordania, y el grupo radical Hamas, al frente de Gaza.