Las autoridades de Joplin, en Misuri, se afanaban hoy en buscar supervivientes entre los escombros tras el paso de un devastador tornado que destruyó buena parte de la ciudad y causó la muerte de al menos 116 personas.

"Estamos esperanzados en que aun podemos salvar vidas", dijo en conferencia de prensa hoy el Gobernador de Misuri, Jay Nixon, tras una larga jornada de rescate de víctimas, en la que se pudo salvar a siete personas de entre los escombros.

El tornado golpeó ayer viviendas y edificios del centro de la ciudad, entre ellos un hospital que quedó prácticamente en ruinas.

Se trata, según algunos medios, del tornado más destructivo que se ha registrado en Estados Unidos desde la década de los años 50.

Durante el fin de semana, un frente de tormentas y tornados ha azotado varios estados del medio oeste estadounidense, como Misuri, Kansas, Oklahoma y Wisconsin, y se espera que prosiga avanzando en las próximas horas.

Pero el tornado más devastador es el que sufrió la localidad de Joplin, de unos 50.000 habitantes. A su paso por el casco urbano dejó una franja de destrucción de 9 kilómetros de largo y uno de ancho.

En su camino, se encontró con el Centro Médico Regional St. John's, cuyo personal apenas tuvo tiempo para movilizar a los pacientes a los pasillos antes de que el viento destrozara cientos de ventanas.

Los pacientes fueron luego evacuados a otros hospitales de la región, dijo Cora Stott, portavoz de un hospital de Springfield.

No obstante, en medio de un panorama desolador y a la luz de reflectores, el personal médico del hospital St. John atendió esta madrugada a casi 400 pacientes trasladados por los equipos de socorro y la policía.

Los puestos de primeros auxilios y los albergues en Joplin pronto quedaron llenos de damnificados, por lo que se habilitaron otros edificios públicos, como el centro de espectáculos Memorial Hall, a donde se desplazaron enfermeras y personal de emergencia de toda la región para atender a personas con heridas graves.

El golpe que sufrió el hospital St. John fue de tal magnitud que hoy los residentes del condado Dade, a unos 110 kilómetros de Joplin, encontraron en sus jardines placas de rayos X procedentes del centro médico.

A lo largo del día de hoy las televisiones mostraban la devastación que ha sufrido Joplin, donde quedaron derruidas iglesias, escuelas, negocios y residencias.

El jefe de bomberos, Mitch Randles, calculó que los daños afectaron del 25 al 30 por ciento de la ciudad, ubicada unos 255 kilómetros al sur de Kansas City.

No obstante, la cadena de tornados afectó también a localidades de otros estados. En Mineápolis (Minnesota), los tornados provocaron la caída de árboles que bloquearon carreteras y autovías, destruyeron tendidos eléctricos, originaron fugas de gas y derribaron viviendas.

La portavoz de la municipalidad de Mineápolis, Sara Dietrich, dijo que se había confirmado la muerte de una persona en el Condado Hennepin y que otras 29 sufrieron heridas graves.

El impacto de los tornados en Mineápolis hizo que volaran techos, aleros de porches, cercas y tablones de publicidad, si bien el número de casas destruidas fue limitado.

En Wisconsin, la alcaldía de la Crosse declaró este domingo la situación de emergencia después de que una fuerte tormenta arrancara techos de las casas y cubriera calles y jardines con árboles derribados y escombros.

En Norman, Oklahoma, las autoridades señalaron que aún persisten las condiciones de inestabilidad que preceden a los sistemas de tormentas estacionales y advirtieron de que pueden ocurrir tornados en Oklahoma, el sur de Kansas y el norte de Texas.