Representantes del régimen del dictador libio, Muamar el Gadafi, se mostraron hoy dispuestos a acatar la resolución 1.973 de la ONU si los rebeldes atrincherados en Bengasi y la OTAN cesan sus bombardeos.

"Se nos dijo que Trípoli está dispuesto a cumplir completamente las exigencias planteadas por la resolución 1.973 de la ONU", afirmó Serguéi Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores ruso, en rueda de prensa, según las agencias rusas.

Lavrov hizo estas afirmaciones tras reunirse en Moscú con una delegación oficial libia, que también expresó su voluntad de "estudiar las vías propuestas en la hoja de ruta elaborada por la Unión Africana".

Al mismo tiempo, pusieron como condición que los rebeldes libios y las potencias aliadas pongan fin a sus ataques contra las fuerzas leales a Gadafi.

"Eso es lo que intenta lograr el emisario especial del secretario general de la ONU. Nosotros apoyamos esa línea de persuadir a todas las partes en el conflicto de que no hay una solución militar a la situación", dijo el ministro ruso.

Lavrov considera que "lo importante ahora es acordar los plazos y las condiciones de la tregua. Esto dará una base firme para empezar un diálogo nacional sobre el futuro de la nueva Libia y cómo será el sistema de este importante Estado norteafricano".

Los rebeldes libios también tenían previsto viajar esta semana a Moscú, pero finalmente tuvieron que aplazar su visita por motivos técnicos, según explicó Lavrov.

Rusia aún reconoce al autoritario régimen libio como las autoridades legítimas del país árabe, al tiempo que ha criticado a Occidente por sobrepasar el mandato internacional de la ONU con sus bombardeos y supuestos intentos de matar a Gadafi.