El presidente de Ecuador, Rafael Correa, recibió con su triunfo en el referendo de hoy las herramientas para reformar la justicia e influir en la prensa, al tiempo que reafirmó su hegemonía política en el país, aunque el impulso electoral fue mucho más débil que lo previsto.

Hace diez días las encuestas pronosticaban una victoria con 20 puntos de ventaja en el referendo, de diez preguntas, pero los resultados oficiales preliminares la han dejado entre 2 y 8 puntos, dependiendo de la cuestión.

Y eso pese a que Correa se convirtió en una figura omnipresente en favor del "sí", mediante una campaña incansable en los medios de prensa, principalmente los públicos, y en mítines por el país.

Además, el Gobierno usó programas de emisión obligada por las televisiones para criticar a la oposición y a la prensa privada, que, a su vez, también fustigó al Ejecutivo.

Aunque sea por un margen más estrecho que lo anticipado, la victoria de hoy le permitirá a Correa centralizar aun más en el Palacio de Carondelet, el edificio colonial quiteño que es sede del Ejecutivo, las decisiones importantes para el país, según los expertos.

"El presidente ya ejercía influencia en todos los poderes", dijo a Efe Adrián Bonilla, director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), quien indicó que el triunfo en el referendo "legitima todo lo actuado y sus decisiones futuras".

Correa goza de un poder mayor que sus predecesores, pues la Constitución que rige en Ecuador desde 2008 refleja sus prioridades, él cuenta con una red de medios de comunicación públicos que divulgan sus ideas y la oposición carece de una figura que le haga contrapeso.

La complejidad de las preguntas, algunas de ellas redactadas en un lenguaje poco claro y con unos anexos que parecían destinados a los letrados del país, ha hecho que muchos ciudadanos votaran simplemente de acuerdo con su opinión del presidente, según los analistas.

En este sentido, lo ajustado de la victoria, según los datos disponibles hoy, debería darle qué pensar a Correa.

En todo caso, la campaña del referendo le ha permitido, a juicio de Bonilla, movilizar sus redes políticas en el país, lo que le será útil de cara a la reelección en 2013.

Gracias al resultado de hoy, Correa tendrá durante año y medio la voz dominante en un Consejo de tres miembros encargado de reformar la justicia.

"Podemos prever que el Consejo de la Judicatura va a ser afín al gobierno", dijo a Efe Juan Carlos Donoso, coordinador del programa de ciencias políticas de la Universidad San Francisco de Quito.

Las quejas de que eso viola la independencia de poderes no convencieron a una ciudadanía que siente que la delincuencia está desbocada y que aceptó el argumento de Correa de que eso se debe a jueces "corruptos" que dejan en libertad a los criminales que captura la policía.

El triunfo en el referendo también le da nuevas armas para enfrentarse a quien fue, según él, su opositor principal en la campaña: la prensa privada.

Los ecuatorianos aprobaron la creación de un consejo para regular los contenidos de violencia, sexuales o discriminatorios en la prensa, el cual determinará la "responsabilidad" de los periodistas y los medios que violen sus parámetros.

Esos criterios no están definidos, como tampoco la composición del consejo, aunque Correa afirmó hoy tras la votación que el Gobierno tiene que estar presente en él, pero no gozar de mayoría.

Dada la creciente hostilidad del presidente hacia la prensa privada, a la que ha calificado de "mediocre", "corrupta" y "mentirosa", organizaciones de periodistas en Ecuador y el extranjero han advertido de que el consejo podría ser usado para censurar información, extremo negado por el mandatario.

"Es muy peligroso", dijo a Efe Fabián Corral, un experto en derecho político y columnista de "El Comercio", diario que ha sido objeto de las críticas del presidente.

Corral dijo que el criterio para las sanciones contra periodistas debería estar en la ley y no en la opinión "discrecional" del Consejo.

Correa ha negado que esa regulación viole la libertad de prensa y reiteró hoy que es necesaria para mejorar la calidad de los medios.

También dijo que tras el triunfo en el referendo profundizará su "revolución ciudadana". Los ecuatorianos le han dado nuevos poderes para hacerlo.