El Parlamento de Japón ha aprobado este lunes el presupuesto de emergencia dotado con 4 billones de yenes (33.113 millones de euros) para hacer frente a las labores de reconstrucción en el país tras la catástrofe del pasado 11 de marzo, un desembolso que representa el mayor esfuerzo público en seis décadas.

La factura estimada de los daños provocados por el desastre natural más costoso de la historia asciende a unos 300.000 millones de dólares (202.500 millones de euros), por lo que a esta cantidad podrían sumarse nuevos paquetes de ayuda.

En concreto, la mayor parte de los 4 billones de yenes, unos 1,2 billones, se destinarán a la construcción de infraestructuras y se financiarán mediante la reducción de las partidas destinadas a programas existentes, incluyendo desde la ayuda externa al desarrollo, como en los beneficios fiscales para las familias numerosas.

El conjunto de los partidos de la oposición apoyaron en la votación esta primera ronda de gasto destinada a financiar los trabajos de retirada de escombros y construcción de viviendas temporales para los afectados.

Sin embargo, la posibilidad de alcanzar un amplio acuerdo de cara a los posteriores paquetes de ayuda similares será mucho más complicado ya que éstos deberían financiarse a través de subidas de impuestos y emisión de deuda, algo complicado para Japón, un país cuya deuda pública duplica su PIB.

El gobernante Partido Democrático necesita el apoyo de la oposición al carecer de mayoría suficiente en la Cámara Alta nipona, lo que podría suponer el bloqueo de los presupuestos.