El tiroteo de un joven de 23 años en una escuela pública de Río de Janeiro causó hoy la muerte de al menos 11 escolares y heridas a otros 18, según el último informe oficial.

Esta nueva cifra de víctimas fue anunciada por la secretaría de Seguridad Pública de Río de Janeiro después de que diversos portavoces oficiales informaran de al menos 13 muertos y 22 heridos.

Entre las víctimas hay nueve niñas de entre 12 y 14 años, la mayoría de las cuales recibió impactos de bala en la cabeza y en el tórax, según la secretaría de Salud.

Otros 18 adolescentes, doce niños y seis niñas, fueron ingresados con heridas en los hospitales Albert Schweitzer, Saracuruna, Instituto Nacional de Traumatología y Ortopedia) y Pedro Ernesto, así como en el Hospital de la Policía Militarizada, informó la misma fuente.

La tragedia ocurrió a primera hora de la mañana en la escuela municipal Tasso da Silveira, situada en el barrio de Realengo, en la zona oeste de Río de Janeiro.

El agresor, identificado como Wellington Menezes Oliveira, antiguo estudiante de la escuela, afirmó para entrar en el centro que era un conferenciante que iba a participar en un seminario.

El homicida, que iba bien vestido, subió al tercer piso de la escuela y comenzó a disparar al parecer con dos revólveres, que llegó a recargar varias veces, contra los escolares que estaban en las salas, según trabajadores del centro.

Una patrulla de la Policía Militarizada que estaba cerca de la escuela y vio a los escolares corriendo entró en el centro y llegó hasta el lugar donde estaba el agresor.

Tras pedirle en vano que se rindiera, los policías le dispararon en las piernas para inmovilizarlo, pero él se suicidó cuando ya estaba en el suelo, según fuentes oficiales.

El coronel Djalma Beltrame, comandante de la Policía Militarizada, dijo que Oliveira dejó una nota de suicidio que, según sus palabras, "no tiene lógica".

Según el subalcalde de la zona oeste de Río de Janeiro, Edmar Teixeira, en la carta el joven afirmaba que tenía sida.