La comisaria europea de Cooperación y Ayuda Humanitaria, Kristalina Georgieva, dijo hoy que la Comision Europea ha concedido una ayuda de emergencia de 30 millones de euros para contribuir a las operaciones de rescate de los refugiados que cruzan desde Libia hasta Túnez y las labores de repatriación.

En rueda de prensa en el campamento de refugiados de Choucha situado a 8 kilómetros de la frontera entre Túnez y Libia, la eurocomisaria señaló que los estados miembros han comprometido una ayuda de 12 milones de euros que se aprobará en breve.

"La situación actual no es una crisis humanitaria sino una emergencia humanitaria", afirmó Georgieva, quien subrayó que la "prioridad número uno es sacar con seguridad a la gente" que ha llegado hasta Túnez huyendo de la sangrienta rebelión en Libia.

También indicó que la UE va a hacer un despliegue de medios de transporte y en este sentido dijo que ha puesto en marcha un contingente de 11 aviones y cuatro barcos, dos de los cuales "ya están de camino" a la zona.

Georgieva, a quien acompañaba la secretaria de Estado húngara para Asuntos Europeos, Enikko Gyori, dijo que ya se ha desplegado en la zona un equipo de expertos en protección civil y migraciones, "que está trabajando en coordinación con las autoridades tunecinas y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

La eurocomisaria hizo referencia al problema particularmente difícil que presenta la repatriación de algunos contingentes de refugiados como los de Bangla Desh o Somalia, dado que al no tener estos países embajada en Túnez la situación se complica aún más.

Según Georgieva, en este momento se podría catalogar en tres grupos a las personas que cruzan la fronteras huyendo de Libia, y que, técnicamente al menos, no pueden ser consideradas refugiados:

En primer lugar estarían los que pueden regresar a su patria, dado que su país tiene embajada en Túnez, caso de los ciudadanos egipcios, el mayor contingente de los que han cruzado la frontera; en segundo lugar se encuentran los que quieren volver a su casa, pero al no tener embajada en Túnez se encuentran con nuevas dificultades, caso de los ciudadanos de Bangla Desh.

Y en tercer lugar figuraría el grupo más problemático, el de aquellos ciudadanos de países que ni tienen embajada en Túnez, ni su condición como estado es operativa, caso de los somalíes.

"El caso de los ciudadanos de Bangla Desh es claro: es gente que quiere volver a casa y muchas veces no puede", dijo la eurocomisaria.

Georgieva resaltó que "el 80 por ciento" de los ciudadanos de la Unión Europea apoya la operación de ayuda puesta en marcha.

La eurocomisaria, asimismo, reconoció "el esfuerzo llevado a cabo por las autoridades tunecinas y la generosidad del pueblo tunecino, las cuales son merecedoras de una amplia ayuda de la comunidad internacional."