Irán y la Unión Europea (UE) reanudarán el diálogo nuclear en la ciudad suiza de Ginebra los próximos lunes y martes, según anunció hoy la portavoz de Catherine Ashton, la responsable de la política exterior comunitaria.

El negociador jefe iraní, Said Jalili, ha aceptado la propuesta de Ashton de reunirse en Ginebra y "las conversaciones tendrán lugar los próximos lunes y martes", indicó la portavoz.

Este acuerdo para reanudar el diálogo llega tras varias semanas de tira y afloja entre el Ejecutivo comunitario y Teherán acerca de la fecha, el lugar y el contenido de las discusiones, en las que Irán quiere incluir otros asuntos además del nuclear.

"Nuestro objetivo para las negociaciones es hablar del programa nuclear iraní", recalcó la portavoz europea, Maja Kocijancic.

La Alta Representante de la Unión Europea actúa en nombre del grupo 5+1 (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU -EEUU, Rusia, Francia, China y Reino Unido- y Alemania).

El intercambio de mensajes para intentar reanudar el diálogo comenzó en julio y en octubre Ashton propuso formalmente reunirse con Jalili a partir del 15 de noviembre en Viena.

Irán retrasó su respuesta y antes acordó por su cuenta con el Gobierno de Turquía (país miembro de la OTAN y que negocia entrar en la UE, pero que también ha mediado junto con Brasil en el conflicto nuclear) celebrar las reuniones en Estambul.

Teherán también solicitó que a las discusiones asistieran representantes del grupo 5+1 (algo que finalmente no ocurrirá) y que se trataran otras cuestiones internacionales, no solo su discutido programa atómico.

Ese intercambio obligó a retrasar la fecha de inicio de las negociaciones al 5 de diciembre, con final previsto el 7 del mismo mes, a fin de tener tiempo suficiente para preparar unas discusiones productivas.

Finalmente, las discusiones serán más cortas y comenzarán el lunes 6 y terminarán el martes 7.

Las conversaciones serían las primeras en un año, después de que en noviembre de 2009 Irán rechazara una propuesta de EEUU, Rusia y el Reino Unido para intercambiar su uranio enriquecido al 3,5 por ciento por combustible nuclear para la planta de investigación que posee en Teherán.

Buena parte de la comunidad internacional, especialmente Estados Unidos e Israel, cree que el programa nuclear civil de Irán oculta otro de carácter clandestino y objetivos militares con el objetivo de lograr armas atómicas, una acusación que Teherán rechaza.