Al menos dieciséis personas murieron hoy, entre ellas seis soldados y tres policías, y otras catorce resultaron heridas en una cadena de atentados en el norte de Bagdad, informaron a Efe fuentes del Ministerio iraquí del Interior.

Según las fuentes, un grupo de hombres armados atacó un puesto de control en el barrio de Al Azamiya, donde mataron a tiros a seis uniformados, y cuando patrullas militares y policiales se acercaron al lugar estallaron cinco artefactos explosivos.

Las fuentes no descartaron que el número de víctimas mortales pueda aumentar debido a la gravedad de algunos de los heridos.

Por otro lado, en la provincia de Salahedín, al norte de la capital, otros tres soldados iraquíes y un civil fallecieron en sucesos separados en la zona de Sharaqat.

Los militares perdieron la vida en un ataque perpetrado por un terrorista suicida a bordo de un vehículo cargado con explosivos contra un cuartel de Sharaqab, 280 kilómetros al norte de Bagdad, que también dejó once heridos.

El civil murió por el estallido de un coche-bomba en esa misma zona.

En Mosul, 400 kilómetros al norte de la capital, otras dos personas fallecieron en dos ataques separados de grupos armados que dispararon a sus víctimas con pistolas dotadas de silenciadores.

En la última semana, Irak ha vivido un repunte de la violencia que coincide con los preparativos del Ejército de EEUU para reducir a finales del próximo mes su número de soldados de 140.000 a 50.000 en cumplimiento con el pacto de seguridad firmado entre Washington y Bagdad en 2008.

Entretanto, continúa la incertidumbre en la vida política de Irak a la espera de que se forme un nuevo Gobierno después de los comicios, por las discrepancias entre los distintos partidos.