Dos soldados turcos resultaron muertos y otros dos heridos por la explosión de una mina al paso de un vehículo, con lo que se eleva a 10 el número de militares fallecidos este sábado en ataques del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

La agencia Anadolu informó de que los soldados participaban en un amplio operativo desplegado en el sur del país, cerca de la frontera con Irak, después de que esta madrugada guerrilleros del PKK mataran a ocho militares e hirieran a otros 14 en el asalto a un puesto militar.

Según confirmó en un comunicado el Estado Mayor turco, el ataque a este batallón fronterizo se produjo sobre las 02.00 de la madrugada hora local (23.00 GMT de este viernes).

Tras el asalto se ordenó un amplio operativo militar con el despliegue de tropas de refuerzo en la zona, apoyadas por fuego artillero y helicópteros.

Como parte de la operación, la Fuerza Aérea realizó varias incursiones para bombardear bases del PKK en el norte de Irak.

Según el Ejército, al menos 12 militantes del PKK han muerto en esta operación de castigo.

Ya el viernes, el Estado Mayor turco advirtió en un comunicado de que se esperaba un aumento de las actividades del PKK en los próximos días.

En ese mismo anuncio, el Ejército aseguró que unos 130 rebeldes kurdos habían sido abatidos por las Fuerzas Armadas desde el pasado marzo.

Esa información se hizo pública dos días después de una incursión de tropas turcas en territorio iraquí para perseguir a un grupo de militantes del PKK, que dispone de bases en las montañas del norte del país.

Además, los medios locales han informado recientemente de que 40 soldados han muerto en los dos últimos meses por ataques del PKK, un grupo considerado terrorista por la Unión Europea y Estados Unidos.

Hace dos meses, el PKK advirtió de sus planes de atacar objetivos militares y económicos también en el oeste de Turquía, dentro de una nueva estrategia de "defensa activa".

El PKK se levantó en armas en 1984 contra Ankara para exigir la autonomía de los 12 millones de kurdos que viven en Turquía. Desde entonces, se calcula que unas 40.000 personas han muerto en los enfrentamientos entre los guerrilleros y las fuerzas de seguridad.