Unos 60.000 uzbekos que huyeron de la violencia étnica en el sur de Kirguizistán, que ha causado la muerte a al menos 118 personas, se encuentran ya en la región uzbeka de Andiyán, según informó este lunes el Ministerio de Situaciones de Emergencia de Uzbekistán.

Según informó la agencia Kazinform, un gran número de refugiados se aglomera en la frontera kirguís para cruzar al país vecino.

En la región de Andiyán, a la que viajaron el primer ministro uzbeko, Shavkat Mirziyóyev, así como los titulares de Defensa y del Interior para obtener información de primera mano, se han habilitado campos con personal médico para acoger a los refugiados.

Se calcula que más de 75.000 personas han huido de los enfrentamientos étnicos en las regiones kirguises de Jalal-Abad y Osh.

Según el Ministerio de Situaciones de Emergencia, muchos de los refugiados que llegan a la frontera, entre los que hay principalmente mujeres, ancianos y niños, necesitan ayuda médica urgente.

En tanto, las autoridades locales kirguises tratan de convencer a los uzbekos que se encuentran todavía en la frontera de que no crucen al país vecino, informó la agencia 24.kg.

El jefe de la administración del distrito de Nookensk, en la región kirguís de Jalal-Abad, Nurbek Murásov, se reunió con los refugiados para exponerles los motivos por los cuales deben permanecer en el país y regresar a sus casas, pero no obtuvo ningún resultado, según explicó el propio funcionario.

"Cerca de la frontera hay edificios de viviendas públicas. Hemos ofrecido a la gente que se instale en esos edificios durante unos días hasta que la situación se estabilice. Sin embargo, la gente se muestra desconfiada hacia las autoridades y la policía, que han sido incapaces de protegerlos", declaró.

Agregó que tratan de ofrecer ayuda y comida a los refugiados, pero que las cantidades son insuficientes para tal cantidad de gente.

Por otra parte, el defensor del pueblo kirguís, Tursunbek Akun, informó de que se organizarán campos de refugiados en la frontera para acoger a los uzbekos que huyen de los enfrentamientos étnicos en Osh, y probablemente se tome la misma medida para los que han abandonado Jalal-Abad.

"En la frontera entre Kirguizistán y Uzbekistán, donde se encuentran muchos uzbekos que han abandonado sus casas debido a los disturbios en Osh, se habilitarán tiendas de campaña", señaló Akun, aunque no precisó en qué lugar se erigirá el campo de refugiados ni cuántas personas podrá acoger.

Según el defensor, "todas estas cuestiones se discuten con las autoridades de la región de Osh y del Gobierno provisional".

Mientras, la presidenta interina kirguís, Rosa Otunbáyeva, nombró este lunes a la jefa del Comité Estatal para Inmigración y Trabajo, Aigul Riskulova, representante especial para la asistencia de las víctimas y refugiados de la ola de violencia étnica que se registra en el sur del país por cuarto día consecutivo.