Al menos 23 personas han muerto y otras 338 han resultado heridas como consecuencia de los incidentes violentos registrados esta madrugada en Osh, la segunda ciudad más importante de Kirguistán, según el último balance ofrecido por la portavoz del Ministerio de Salud, Svetlana Baitikova.

El Gobierno interino de Kirguistán ha enviado vehículos blindados del Ejército y ha declarado el estado de emergencia en Osh a causa de los enfrentamientos que comenzaron anoche entre diversos grupos juveniles en el centro de la ciudad.

El Ejecutivo de la presidenta Rosa Otunbayeva ha afirmado que los incidentes son un "conflicto local" generado por una pelea en un casino de la localidad y ha descartado que se tratase de un enfrentamiento étnico o político.

Desde la independencia de Kirguistán en 1991, se han producido disturbios étnicos entre la mayoría kirguiza y las minorías tayikas y uzbecas que viven en el sur del país, una zona predominantemente agrícola y tradicional bastión del ex presidente Kurmanbek Bakiyev, derrocado el pasado mes de abril en una revuelta popular incitada por el actual gobierno en la capital del país, Bishkek.

El Ministerio del Interior informó este viernes de que al menos cinco personas habían sido detenidas y añadió que la situación en Osh había sido "tensa" durante la noche y la madrugada. Un portavoz del Ejecutivo interino, Farid Niyazov, precisó que entre 1.000 y 3.000 jóvenes habrían estado involucrados en los disturbios.

A mediados del pasado mes de mayo, los partidarios del presidente depuesto realizaron protestas a gran escala en Osh y en otra ciudad del sur del país, Jalalabad, llegando incluso a ocupar edificios gubernamentales.

El 19 de mayo también se produjeron disturbios étnicos entre kirguises y uzbecos que provocaron la muerte de dos personas y dejaron 74 heridos en Jalalabad. El mismo día, Otunbayeva anunciaba que permanecería en el cargo hasta 2011, desechando sus intenciones previas de convocar elecciones presidenciales en octubre.