La Comisión Europea (CE) ha vuelto a animar a los pasajeros afectados por la cancelación de miles de vuelos a causa de la nube de ceniza provocada por la erupción de un volcán en Islandia para que ejerzan sus derechos, y ha advertido de que vigila muy de cerca la evolución de la crisis.

Se trata, según el Ejecutivo de la UE, de un auténtico test para medir la capacidad de las compañías a responder a sus obligaciones y la efectividad de los mecanismos nacionales a disposición de los viajeros para que puedan reclamar.

La crisis está "poniendo a prueba" el respeto a los derechos de los viajeros en la UE, según dijo hoy una portavoz de la Comisión Europea (CE).

El colapso del espacio aéreo europeo constituye "un examen excepcional" para comprobar si los ciudadanos que se vean afectados por estas circunstancias pueden ejercer su derecho a elegir entre el reembolso de sus billetes o continuar con el viaje, explicó la portavoz de Transporte de la CE, Helen Kearns.

Los viajeros también tienen derecho a recibir información por parte de las aerolíneas sobre las incidencias en sus vuelos, así como a que éstas les costeen el alojamiento, las comidas y bebidas que consuman tras la cancelación de sus vuelos, recordó la portavoz en rueda de prensa.

No obstante, debido a las "excepcionales circunstancias" que han provocado el caos aéreo, los pasajeros no podrán reclamar la compensación financiera a la que tendrían derecho si los retrasos o cancelaciones fueran responsabilidad de las aerolíneas, explicó Kearns.

Los derechos de los pasajeros deben ser garantizados tanto por las compañías aéreas comunitarias como las aerolíneas de países terceros que tuvieran previsto despegar desde aeropuertos comunitarios.

Las compañías de bajo coste también están obligadas a informar a sus pasajeros, hacerse cargo de su manutención y reembolsar o cambiar los billetes, incluso si el viajero no había contratado un seguro para anulaciones o retrasos, advirtió la misma fuente.

Unos 17.000 vuelos han sido cancelados desde el jueves por la erupción del volcán islandés, y los aeropuertos de Londres y Amsterdam están siendo los más afectados, según los últimos datos de la Agencia Europea para la Seguridad en la Navegación Aérea (Eurocontrol).

El Ejecutivo comunitario "es consciente de las graves dificultades" que la situación supone tanto para las compañías aéreas como para los pasajeros, y volvió a animar a éstos últimos a ejercer sus derechos.

La Comisión vigilará "muy de cerca" cómo responden las aerolíneas a las reclamaciones de los consumidores, con vistas a estudiar medidas que puedan mejorar el respeto de sus derechos, señaló la portavoz.

Kearns destacó asimismo que tanto los controladores aéreos como las compañías han reaccionado "verdaderamente rápido" a la hora de proteger la seguridad de los viajeros.

El caos en los aeropuertos europeos, entre ellos el de Bruselas, también está afectando a funcionarios y altos cargos de las instituciones comunitarias, y de prolongarse más podría trastornar el funcionamiento de la UE.

Representantes de varios Estados miembros de la UE no han podido llegar hoy a tiempo de la reunión de ministros de Finanzas del Eurogrupo que se ha celebrado en Madrid.

Aunque por ahora no ha elaborado ninguna respuesta de crisis, la Comisión Europea "se adaptará a las circunstancias y estudiará vías de transporte alternativas" para garantizar el funcionamiento de las instituciones comunitarias durante los próximos días si la situación lo requiere, dijo la portavoz de la CE, Pia Ahrenkilde.