Las Fuerzas Armadas españolas han sufrido en los últimos años otro accidentes aéreos con víctimas mortales. El último de ellos ocurrió en junio de 2008, cuando cuatro militares españoles y alemanes fallecieron al estrellarse el helicóptero del Ejército de Tierra español que tripulaban al mediodía a unos 20 kilómetros al norte de la localidad de Travnic, en la zona central de Bosnia Herzegovina.

Los dos militares españoles fallecidos, pilotos del helicóptero, son el sargento Joaquín López Moreno y el teniente Santiago Hormigos, ambos pertenecientes al Batallón de Helicópteros de Ataque (BHELA I) de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra.

No obstante, la mayor tragedia de las Fuerzas Armadas se produjo en el marco de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) el 26 de mayo de 2003, cuando un avión Yak-42D se estrelló en Trebisonda (Turquía) y dejó sin vida a 62 militares españoles que regresaban del país asiático.

También en 2003 se produjo otra de las mayores tragedias registradas por accidente aéreo en el Ejército cuando 17 militares tras el accidente del helicóptero Cougar, el 16 de agosto de 2003, en Herat (Afganistán.

Además, otro español, el teniente coronel Luis Escoto, murió en marzo de 1998 al estrellarse el helicóptero de la Misión de Naciones Unidas para Guatemala (MINUGUA) en el que viajaba en Guatemala.