Tenía sólo 17 años y se inmoló para vengar la muerte de su marido. Dzhennet Abdurajmánova es una de las dos terroristas suicidas que llevaron a cabo el doble atentado del pasado lunes contra el metro de Moscú, en el que dos explosiones en las céntricas estaciones de Lubianka y Park Kulturi a hora punta de la mañana provocaron la muerte de al menos 39 personas y dejaron más de 90 heridos. La otra 'viuda negra' suicida se llamaba Marja Ustarjánova, chechena de 20 años y viuda también de un terrorista islamista.

Según fuentes de la investigación citadas por la prensa rusa, Abdurajmánova era viuda de Umalat Magomédov (Al Bar) el líder ("emir") de los guerrilleros islámicos de Daguestán abatido por la policía el 31 de diciembre pasado en la ciudad de Jasavirt junto a otros tres combatientes que habían abierto fuego contra agentes de seguridad.

Ustarjánova, a su vez, era viuda de Saíd-Emin Jizríev, el jefe de los islamistas de Gudermes, la segunda ciudad más importante de Chechenia, eliminado en octubre pasado cuando preparaba un atentado contra la vida del presidente chechén, Ramzán Kadírov.

El Servicio Federal de Seguridad (FSB) ruso declaró tras el doble ataque del metro que tenía datos de que éste fue organizados por grupos islamistas del Cáucaso Norte de Rusia y perpetrados por mujeres kamikaze, llamadas por la prensa "viudas negras" por ser familiares de guerrilleros abatidos por los servicios secretos.

El FSB supone que las kamikaze de Moscú podían pertenecer al grupo de 30 "viudas negras" instruidas primero en Turquía y luego en el Cáucaso por uno de los principales ideólogos de los islamistas, el ruso Alexandr Tijomírov, más conocido como Saíd Buriatski, a su vez liquidado hace un mes en la república de Ingushetia.

Esas mujeres suicidas, nueve de las cuales de habrían inmolado antes del atentado de Moscú, se subordinan directamente al líder islamista de Chechenia y el Cáucaso Norte, Dokú Umárov, "emir del Emirato del Cáucaso", quien reivindicó los ataques terroristas en la capital rusa y prometió extender la guerra por todo el país.

La investigación considera que ambas kamikaze llegaron a Moscú en un autocar interurbano desde la ciudad daguestaní de Kizliar, la misma donde dos días después las explosiones de Moscú otro doble atentado suicida, esta vez perpetrado por hombres, causó once muertos y casi 30 heridos.

Comparación de fotos

La identificación inicial se llevó a cabo mediante la comparación de fotos de las cabezas de ambas suicidas halladas tras el atentado con las de las bases de datos de personas buscadas por actividad guerrillera, simpatizantes con los islamistas y desaparecidas.

Ustarjánova, que se consideraba desaparecida desde que entablara contactos con los islamistas y abandonara su casa, según la policía chechena tenía en la barbilla una cicatriz como la que fue hallada en la cabeza de una de las terroristas del metro.

Según fuentes del diario "Moskovski Komsomolets", una de las terroristas llevaba encima una carta de amor escrita en árabe que terminaba con la frase: "Nos volveremos a encontrar en los cielos".

A su vez, uno de los dos hombres que se hicieron explotar en Kizliar fue identificado como Daúd Magomédov, de 21 años, conocido por la policía como seguidor del wahabismo, una corriente radical del islam profesada por la guerrilla separatista del Cáucaso ruso.

Además de los retratos de las kamikaze de Moscú, la policía ha difundido imágenes captadas por las cámaras del metro de un hombre que se supone que acompañó a ambas terroristas y que podría ser el organizador del atentado.

Según fuentes de la investigación, se supone que ese hombre podría ser oriundo de la ciudad de Volgogrado, al igual que otro terrorista buscado, el ruso Pável Kosolápov, también wahabí profeso.

El FSB considera que Kosolápov fue el autor de uno de los dos atentados con bomba perpetrados contra el tren rápido que circula entre Moscú y San Petersburgo, mientras el segundo ataque lo había reivindicado antes de ser abatido el citado Saíd Buriatski.

El director del FSB, Alexandr Bórtnikov, informó la víspera al presidente ruso, Dmitri Medvédev, de que ya han sido identificados y son buscados los organizadores de los ataques suicidas de Moscú y de Kizliar.

"Se confirma la versión de que los actos terroristas fueron cometidos por bandas concretas vinculadas con el Cáucaso Norte. Conocemos personalmente a los organizadores", declaró.

Además, agregó que "se llevan a cabo operaciones de búsqueda y ya han sido detenidas una serie de personas, que están siendo interrogadas".