Aminetu Haidar ha acusado a España de ser "cómplice" de Marruecos, así como de empujarla "hasta la muerte". Así lo ha manifestado la activista en un comunicado, tras conocer la negativa de Marruecos a aceptar las condiciones expuestas por el Gobierno español para que la activista pueda volver a El Aaiún.

"España es cómplice de Marruecos y ambos gobiernos quieren empujarme hasta la muerte. Son responsabilidad directa de España las consecuencias de la huelga de hambre que mantengo desde hace veinte días", aseguró Haidar.

La abogada de la activista, Inés Miranda, se reunió en representación de Haidar con el jefe de Gabinete del Ministro de Asuntos Exteriores, Agustín Santos, y tras dicho encuentro la pacifista saharaui volvió a reclamar su vuelta a El Aaiún.

"Mis convicciones no se venden. Mi única reivindicación es regresar a mi casa con mis hijos y mi madre, en El Aaiún, el Sáhara Occidental", reiteró Aminetu Haidar.

Para la activista saharaui, España se "encuentra incapaz" de resolver la situación que se ha creado a su alrededor y, en este sentido, volvió a acusar a España de vulnerar la "legalidad internacional, los Derechos Humanos".

Al respecto, indicó que después de estas vulneraciones el Gobierno central "pretende solucionarlo" ofreciéndole una vivienda "como mera opción". Por ello, insistió en que "ni la cárcel, ni la desaparición forzosa, ni la tortura, ni la expulsión del trabajo, han podido doblegar ni cambiar" sus principios.

Su salud se debilita

La salud de la activista saharaui Aminetu Haidar se deteriora por momentos, su reserva física se agota y existe la certeza de un riesgo de deterioro irreversible de su salud, que se aproxima y que es "incompatible" con la vida, según el último informe médico realizado por el doctor Domingo de Guzmán Pérez Hernández.

"Rogamos a las partes que tienen en su mano una solución, aceleren la misma y la lleven a cabo cuanto antes, pues la salud de la señora Haidar se deteriora por momentos, su reserva física se agota", concluye el informe.

Haidar se encuentra en huelga de hambre desde el día 15 de diciembre y sólo ingiere agua azucarada. Además, desde hace varios días ha dejado voluntariamente la medicación para la úlcera péptica que padece.

Tras 21 días sin ingerir ningún tipo de alimento, la activista saharaui presenta hipotensión ortostática, cefalea, desvanecimientos frecuentes, dolor ocular, fotobia, pérdida ponderal, dolor muscular, articular y óseo en diferentes localizaciones.

Además, sufre cólicos intestinales, lesiones en mucosa orofaríngea, dificultad para mantener el equilibrio y la consiguiente dificultad para realizar una marcha normal, por lo que los desplazamientos se hacen con silla de ruedas.

A esto se le une que las condiciones de vida en el Aeropuerto son "poco confortables" y que Haidar había sufrido anteriormente una hemorragia digestiva y que padece anemia crónica, así como múltiples molestias articulares, musculares y óseas como secuelas de las "pésimas condiciones" de sus años de encarcelamiento.

Sin embargo, Haidar presenta una gran fortaleza moral y fuertes convicciones que le motivan una gran determinación en los propósitos asumidos voluntariamente por ella, a pesar de la "fuerte presión" psicológica y el desgaste físico que supuso su retorno frustrado a El Aaiún, según el informe médico.

El equipo sanitario que la atiende realiza una labor de seguimiento, soporte, atención, alivio de síntomas y de sufrimiento. Además, recuerda que esta situación sólo se puede revertir con la reintroducción hídrica y nutricional adecuada y pide una solución.