Sin embargo está claro que "la gran mayoría (de los muertos) fueron talibanes", afirmó Jung en declaraciones a la segunda cadena de la televisión pública alemana ZDF, un día después de negar que entre los fallecidos hubiese víctimas civiles.

Mientras tanto, su oficina defendió la política informativa practicada tras el bombardeo de los dos camiones cisterna y lamentó las críticas vertidas contra la operación por otros países aliados, que considera precipitadas.

Resulta irritante que "otros busquen la atención publica cuando cuentan con un nivel de información (sobre lo sucedido) que no difiere del nuestro", dijo hoy Christian Schmidt, secretario de Estado de Defensa, también en declaraciones a la televisión pública ZDF.

Desde el bombardeo de los dos vehículos el pasado viernes a las afueras de Kunduz, en una operación militar que causó decenas de muertos, Berlín mantuvo a lo largo del fin de semana que, a falta de informaciones precisas, no se produjeron víctimas civiles.

Schmidt hizo un llamamiento "a los ministros de Exteriores de otros países" a esperar a que finalice la investigación oficial sobre lo sucedido que realizan expertos de la OTAN, antes de pronunciarse, tras las críticas vertidas por los responsables de las diplomacias de Francia y Suecia.

"Todavía no tenemos datos definitivos", subrayó el alto funcionario germano, quien rechazó igualmente de manera tajante las críticas contra la política informativa de su Ministerio.

Sin embargo reconoció que su Ministerio "se apoyó y confió al principio en las rápidas informaciones proporcionadas por fuentes afganas, que no se pudieron confirmar al cien por cien".

Tras señalar que su Ministerio informará este martes a los miembros de la comisión de Defensa del Bundestag sobre lo sucedido en la operación militar que se inició cuando un grupo de talibanes capturó dos camiones de combustible y fuerzas alemanas de la ISAF solicitaron apoyo aéreo para detenerlos.