Controlan hasta el último gramo de pólvora para garantizar unas fiestas seguras. Agentes de la unidad de Intervención de Armas se la Guardia Civil se encargan de inspeccionar cada día todo el material explosivo que se dispara en la mascletà de Luceros.

Los controles comienzan cada día en torno a las 12 del mediodía, cuando los pirotécnicos ya llevan unas cinco horas de trabajo en la plaza colocando todo el material explosivo. Dos agentes de la unidad, acompañados de un pirotécnico de la empresa, recorren cada una de las secciones en las se han distribuido los cohetes y petardos.

Según explican fuentes de la Guardia Civil, los agentes deben comprobar que las cantidades de pólvora sean las adecuadas y que se cumplan las distancias mínimas de seguridad entre los distintos tipos de elementos explosivos que se utilizan en estos espectáculos. Durante su inspección, la Guardia Civil también revisa la composición química no sólo de los petardos, sino de todo el material que se va a usar en la mascletà, como por ejemplo de los contenedores que se emplean para sostener los cohetes. Ningún detalle escapa al control de la Benemérita. «Incluso se revisan los ordenadores desde los que se hacen los disparos». Además de las mascletàs, a partir de la noche del 25 la Guardia Civil también inspeccionará el material explosivo de los castillos de fuegos. En general, añaden las mismas fuentes, «revisamos cualquier espectáculo que emplee más de 100 kilos de pólvora».