Alfonso Baños es de los que piensa que no hace falta ser de la Comunidad para entender una mascletà y lo que hizo ayer este pirotécnico granadino en Luceros es una muestra de que no se equivoca.

El quinto disparo de las Hogueras, a cargo de la pirotecnia Alpujarreña, convenció al público alicantino y, según los más entendidos en materia de pólvora, tiene muchas opciones de llevarse el primer premio, aunque Reyes Martí puso el día anterior el listón demasiado alto.

La de ayer fue una de las mascletàs más largas que se recuerdan, con 7,48 minutos. Baños lo atribuyó a la dificultad de ajustarse a los 6,30 minutos mínimos que exige el Ayuntamiento para entrar en concurso. «Es fácil que algo se descoordine y haga que, si vas justo, no llegues al tiempo marcado. Por eso hemos preferido jugar a irnos un minuto más por encima», señaló.

Una de las partes del disparo más aplaudidas fue el inicio, marcado por el ritmo y con «fuegos digitales terrestres y aéreos combinados». El terremoto final fue largo y prolongado, «por lo menos el doble de tiempo de lo habitual», explicó Baños. El gerente de Pirotecnia Alpujarreña sostiene que Luceros «es una plaza difícil y los presupuestos no acompañan, así que no hay más remedio que invertir en esta plaza y tirar más mascletà».

Desde los balcones agradecieron su intervención de nuevo con pañuelos blancos y puntuaciones de 9 y 10. La competición este año parece que va a estar muy reñida a falta de los dos últimos disparos. Con el añadido de que este año, las Hogueras cuentan con una mascletà más gracias al recorte en el concurso de castillos de fuegos artificiales.

Hoy, penúltimo disparo de estas fiestas a cargo del alicantino Pedro Luis Sirvent, gerente de la Pirotecnia Alacantina de Focs i Artifici.