Penúltima mascletà, ¿qué tiene preparado para sorprender hoy al público?

Llevamos una mascletà clásica, pero con elementos innovadores. El disparo se hará a la antigua usanza. Habrá un gran terremoto final y para terminar me he propuesto dibujar en la plaza una gran senyera con humo de colores como homenaje a uno de los símbolos de la Comunidad Valenciana.

¿Va a ser dura la competencia este año? ¿Está habiendo mucho nivel?

Sí, todas las pirotecnias que participan son muy buenas. Se llevará el premio el que más suerte tenga.

¿Cuál es el secreto de una buena mascletà?

Que no sea monótona y tenga algo de gracia al inicio y, por supuesto, un final apoteósico.

¿Es muy difícil innovar año tras año?

Sí, hay que hilar muy fino porque un petardo es un petardo, no cambia ni ahora ni dentro de cien años. Lo que varía es la forma de dispararlo. Yo siempre lo comparo con un plato de lentejas, la gracia está en lo que le pone cada uno.

¿La tecnología les ayuda mucho?

Sí, pero también tienes muchas posibilidades de fallar.