Es uno de los actos más queridos y sentidos por los festeros. La Ofrenda de Flores reunió ayer a miles de festeros que llevaron sus ramos a la Virgen del Remedio. Un total de 45 comisiones con sus barracas y fiestas hermanas participaron en este desfile, que hoy tendrá su continuación con el resto de hogueras.

«Para mí es uno de los momentos más emotivos de las fiestas, lo vivo con mucha devoción porque es un homenaje a la patrona», señalaba ayer Loli Carrasco, de la hoguera San Nicolás de Bari, quien lleva desfilando 17 años. Junto a los veteranos, nuevos festeros. Decenas de niños, muchos de ellos en carros, también llevaban sus flores a la patrona. Y así poco a poco se iba dando forma al manto floral de la Virgen del Remedio, decorado este año con un dibujo clásico en el que predominan los colores rojo y blanco.

Muchas hogueras han escogido motivos alicantinos para este desfile. José Antonio Plaza, presidente de la hoguera Vía Parque-Vistahermosa se afanaba ayer por rematar el catafalco coronado por una enorme palmera, con dátiles incluidos, y un enorme escudo de Alicante. «Queríamos llevar algo típico de la ciudad en la Ofrenda». No había arrancado aún el desfile y Plaza ya esperaba el momento de entrar en San Nicolás para depositar su ofrenda. «Es un momento especial, en el que se te pone la piel de gallina».

Los vinos de Alicante fue el motivo escogido por la barraca «Xuples o mames» para desfilar en la Ofrenda. «Esta temática es la que ha ilustrado nuestra portada y el llibret, así que también debía acompañarnos en este desfile», explicaba Eva Jarrín, presidenta de la barraca.

Así, el catafalco iba decorado con racimos de uvas, botellas de vino, parras... La Bellea del Foc infantil, Daniela Guzzardo, fue la encargada de cerrar el desfile, que contó con la presencia de las representantes de las fiestas de Alzira, Dénia, Gandia, Valencia, Castellón y Burriana.

Tampoco los políticos quisieron faltar a la cita con la patrona. Gabriel Echávarri desfiló con su hoguera, Plaza de Argel y, por su parte, Sonio Castedo lo hizo con Plaza de Santa María.