En la cuna del belén de locura de la Hoguera Especial de Sèneca Autobusos yace un Niño Jesús con perilla y coleta. Se parece a Pablo Iglesias, y está al calor de su madre, la Virgen Mariana, que lleva gafas y barba y le da aire a Rajoy, y de su padre, un fortachón San José con una vara en la mano con las siglas del PSOE y una planta que recuerda a la de Pedro Sánchez. «Adoran al fruto del parto del bipartidismo», señala con ironía el artista José Gallego, que planta en el distrito junto a Manuel Algarra y que se encarga de las escenas y la crítica, muy política este año, no sólo en este rincón festero sino en muchas de las hogueras que se verán por las calles puesto que son mayoría los constructores que convierten a los líderes de los distintos partidos y a otros personajes mediáticos en blanco de la sátira.

El belén de locura se completa con el angelito Albert Rivera (Ciudadanos), y Bárcenas, Pujol y Rato a lomos de camellos porque son los Reyes Magos. «En lugar de dejar los regalos al Niño y adorarle, ignoran el portal siguiendo la estrella -que va forrada con billetes- y pasan de largo hacia los paraísos fiscales». No todo es ácido, también hay una loa al Papa Francisco, con un bote de «Don limpito» en la mano porque «está limpiando la Iglesia». Vestido sencillamente de blanco, está pasándole un plumero y quitándole el polvo a un obispo vestido en oro. Aclaran los artistas que no es una crítica a la Iglesia, «sino a la corrupción de las personas que se aprovechan de los cargos». El Rey Felipe VI «El Hermoso» también tiene ninot en el aniversario de su coronación y «Ereciones generales» es una escena sobre cómo las encuestas manipulan la opinión pública con un votante loco introduciendo una loncha de chorizo en la urna.

«Ahí está Yoda», exclama un niño cuando ve a un ninot de orejas puntiagudas en la Especial de Hernán Cortés. En realidad no es el maestro de la saga «Star wars» sino el ministro Montoro clavando una espada en la cultura, que sangra con el aumento del IVA. De la hoguera brota también Supermán Bárcenas, lo mismo que el pequeño Nicolás. No hay sólo uno, hay varios, porque, como dijo el artista, Paco Juan, «está por todas partes». Incluso vestido de alicantino. También brota Rita Barberá, resistiéndose a marcharse.

«Juego de tronos» está en plaza de Galicia, donde el artista Domingo Blesa ha elegido un ejército de veinte hormigas para representar el cambio político, la lucha por el poder y el tripartito. La roja es Gabriel Echávarri, el alcalde; la naranja Natxo Bellido, el portavoz; la morada Miguel Ángel Pavón, al que asimila con Podemos.

Pablo Iglesias y Albert Rivera tienen su hueco en Carolinas Altas, donde el artista, Pere Baenas, ofrece una doble escena sobre las elecciones. En una el político aparece en campaña, encandila a una abuelita y toma en brazos a un bebé con el ruego «Vote me». En la segunda ya está elegido. Ahí se transforma en diablo y envuelve a la abuelita con el rabo diciéndole «Pote me». En Foguerer Rajoy se hunde con el Titanic; De Guindos y Montoro «saquean» La Torreta; y en Portazgo Rosa Díez envejece, el PP tiene los bolsillos vacíos y Ciudadanos llama a todas las puertas.