No se hicieron rogar en exceso. Ya en el segundo día de mascletás, el tripartito hizo acto de presencia en Luceros. No llegaron a la vez, pero sí posaron para los fotógrafos, que no quisieron dejar pasar la ocasión de ver juntos, y por primera vez, a los tres nuevos líderes del Ayuntamiento en la emblemática plaza, uno de los epicentros de las Hogueras.

El primero en dejarse ver por la zona fue el líder de Guanyar Alacant, Miguel Ángel Pavón, que pese a no haber sido un habitual en las últimas Hogueras en estas fiestas está cumpliendo. Y bien. Allí se rodeó de su gente, ya que por la zona de autoridades se movían los concejales Víctor Domínguez, Julia Angulo, Nerea Belmonte y Dani Simón, que debutaba en la zona VIP con el disparo, demasiado breve, de los valencianos Turis. Sólo faltó la edil Marisol Moreno, que hasta la fecha no se ha estrenado en el recinto reservado para políticos y miembros de las Hogueras.

El segundo en dejarse ver por la zona fue Natxo Bellido, que ayer debutada entre los VIP. Bellido, que llegaba a Luceros tras ejercer en la sala de prensa del Ayuntamiento como portavoz municipal a raíz de la primera Junta de Gobierno, llegó poco después de que hicieran acto de presencia sus dos compañeras de partido en el Consistorio, María José Espuch y Sonia Tirado. Dos fieles, por lo visto, del concurso pirotécnico.

De las tres cabezas visibles del tripartito, la última en acceder al recinto de las autoridades fue el alcalde, Gabriel Echávarri, que llegó apenas unos minutos antes de que sonara el primer aviso. Cuestión de obligaciones del cargo. El socialista se encontró ayer con parte de su equipo, del que algunos todavía no saben qué es eso de oler a pólvora entre mantillas. Allí estaban los concejales Fernando Marcos -ejerciendo su responsabilidad en el área de Seguridad-, Eva Montesinos -algo inquieta por una cuestión personal que le obligó a estar el tiempo justo, pero que no le impidió cumplir con la cita- y Carlos Giménez.

Sin embargo, la llegada del alcalde ayer no fue fugaz, como el día anterior, cuando accedió al recinto acotado para saludar y, acto seguido, volver a atravesar la valla de seguridad para seguir la mascletà entre el público. Ayer la cosa cambió. Y todo por la petición expresa que le trasladó el presidente de la Federació de Fogueres, Manuel Jiménez, quien le pidió el pasado jueves que, tras el gesto del primer día, viera el resto de disparos junto a las Belleas del Foc y sus damas de honor. Dicho y hecho. «Le solicité que siga las mascletás con el resto de políticos y de representantes de las Hogueras. Él es el alcalde de la ciudad y, además, el concejal de Fiestas. Creo que debe estar entre nosotros por la representatividad de su cargo», admitió ayer Jiménez, a escasos metros del regidor. El entorno del alcalde admitió ayer que el cambio de actitud de Echávarri se debió a la petición realizada por el dirigente festero, aunque aseguraron que la experiencia del primer día fue «más que satisfactoria». De ver la mascletà entre los alicantinos, ya nada hasta el próximo año.

Por parte de la oposición, la popular Asunción Sánchez Zaplana se dejó ver por primera vez en el recinto de autoridades, tras su ausencia -por cuestiones personales- del primer día. Ayer se hizo acompañar por los concejales Luis Barcala -un festero que intenta no perderse cita fogueril-, Mari Ángeles Goitia, Mari Carmen de España y María Dolores Padilla. Ayer faltó Castillo y Valor, poco habitual en las mascletás. Sánchez Zaplana, muy integrada en el ambiente por tantos años en política, se fotografió con todo aquel que se encontraba y conversó, en tono distendido, con el alcalde. De Ciudadanos, tras la nula representación del primer día, ayer fueron los concejales Fernando Sepulcre, Vicente Buades (hijo), Antonio Manresa, Yanet Giraldo y José Manuel Gosálbez. A Cifuentes se le pudo ver por los alrededores, pero todavía no en el recinto de autoridades, donde sí acudió el rector de la Universidad de Alicante, Manuel Palomar, y cuya entrada contó con ciertas dificultades por la falta de previsión de la Policía Local, que tardó más de lo habitual en instalar el protocolo de seguridad, lo que obligó al presidente de la Federació a remangarse y mover la valla de acceso. Ayer, con Echávarri, Pavón, Bellido y Sánchez Zaplana, lo demás igual le daba.