Pura diversión y alegría. La ciudad ayer fue un escenario colmado por la Fiesta. La Cabalgata del Ninot abarrotó las calles desde el primer minuto. El público se impacientaba para ver desfilar a las comisiones de hogueras y barracas en un recorrido que se retrasó unos diez minutos y que partió de la plaza de los Luceros.

La música que salía por los altavoces instalados en Alfonso el Sabio marcó el ritmo para que comenzara el desfile que más disfrutan los foguerers y barraquers. Desde bebés a abuelos, todos enfundados en sus respectivos trajes, alusivos al ninot que presentaron para salvarlo de las llamas, los festeros no disimulaban su alegría y contagiaron al público de optimismo.

La hoguera Campoamor Norte-Plaza América y la barraca Tots a una -que celebra su 35 aniverario- abrieron el desfile con la recreación del mundo de Alí Babá y los 40 ladrones. Sobre las 20.30 las primeras comisiones empezaron a llegar a la Rambla Mendez Núñez y saludaron a las máximas representantes del Fuego, que en todo momento permanecieron en el palco oficial.

La Bellea del Foc, Patricia Gadea, y sus Damas de Honor llevaban un sombrerito rojo y un peinado vintage que aludía al circo. Mientras que la Bellea del Foc Infantil, Nuria Menargues, y su Corte de Honor, mostraban a través de unos singulares sombreros cómo serían las hogueras del futuro.

La llegada de la primavera, protagonizada por la hoguera Campoamor, colmó de flores el palco, en el que se encontraban también la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, el concejal de Fiestas, Andrés Llorens, junto al presidente de la Federación de Hogueras, Manuel Jiménez.

Los «selfies» marcaron el recorrido en cada una de las comisiones, una imagen que se repitió en muchas ocasiones al llegar hasta donde se encontraban las Belleas y sus Damas. La barraca Alacant Jove por su parte, inundó de confeti a los máximos representantes de la Fiesta y a los del Ayuntamiento.

Uno de los momentos más divertidos de la tarde se vivió con el paso de la hoguera Rabassa. Los más pequeños de la comisión, convertidos en tracas de petardos y acompañados por «bomberos y pirotécnicos», fueron el preludio para que entrara en escena la reproducción de la fuente de la Plaza de los Luceros. Rodeada de «técnicos» que afirmaban que era imposible realizar la mascletà porque las vibraciones agrietarían las esculturas, hasta pidieron a Castedo que firmara un informe. La sátira, en la que gustosa participó la alcaldesa, arrancó sonrisas entre el público.

Ovación del público

La creatividad y la imaginación llegaron de la mano de la comisión Sant Blai-La Torreta. «Insectum» fue el nombre que dieron a un desfile de mariposas, arañas, langostas y orugas gigantes que además bailaron al ritmo de coreografías como auténticos profesionales. Así, recibieron una ovación del público a su paso por la Rambla.

El recorrido fue intenso y animado en todo momento. Sin embargo, las representaciones de algunas comisiones rompían la continuidad del desfile provocando en determinados momentos parones que se evidenciaron especialmente en la Rambla Méndez Núñez.

Los marcianos y personajes del futuro también aparecieron de la mano de varias comisiones como la de San Antón Alto, San Fernando, Foguerer Carolinas o Sagrada Familia. La entrada de Gran Vía Garbinet tampoco dejó indiferente al público. Con impresionantes disfraces, muy al estilo del carnaval de Río de Janeiro, bailaron bajo el lema «Tropicalandia» y cerraron su desfile con una carroza coronada por un elefante.

Los aniversarios también estuvieron presentes en la Cabalgata del Ninot. En este caso Don Bosco desfiló convertida en tartas de cumpleaños para celebrar su primera década en la Fiesta, mientras que el enfrentamiento entre vaqueros e indios fue la representación elegida por Benito Pérez Galdós, que este año festeja sus 85 años.

La Cabalgata del Ninot ayer fue un auténtico preludio de cómo quieren vivir las Hogueras los festeros y alicantinos. Por unas horas reinó la alegría en la ciudad. Y la Fiesta recién comienza.