«Superstició» es la hoguera número trece que el artista Pedro Baenas plantará en el distrito de Carolinas Altas, una cifra cabalística que el constructor ha aprovechado para la temática del monumento. Un gran adivino será el centro de la obra que empezará a montar en la calle Pinoso entre el lunes y el miércoles, y que llegará a los 20 metros de altura. Este mago hindú llevará un turbante con una estrella de doce puntas representando a los signos del zodiaco. La estrella será el remate, una pieza que alcanzará en el aire una amplitud de 14 metros con un peso de 2.500 kilos.

«La hoguera está a tope de medidas. Tendrá mucho volumen y destacará por su gran remate y la disposición, ya que la estrella estará inclinada unos 45 grados, por lo que tendrá bastante riesgo. Lo hemos comprobado todo estudiando los contrapesos con pruebas en el taller para prevenir cualquier contratiempo», dijo. Para minimizar ese riesgo el remate de madera estará calado. « Es hueco y se ha estudiado para que deje pasar el aire. A la altura que estará y con esas dimensiones sería peligroso que fuera macizo», indicó Baenas, que ha optado por un diseño geométrico para esta escultura.

El adivino estará algo escorado a la derecha, y al lado llevará el segundo remate de la hoguera, una pitonisa modernista que aparecerá con una luna representando a la noche y a las creencias ocultas, en una especie de recorrido a través de máscaras por las culturas desde antiguo hasta nuestros días: mayas, aztecas, culturas africanas, egipcios...Detrás de la pitonisa irán siete gatos como contrarremates, que el artista ha elegido como animal misterioso para todas las culturas. «Son siete gatos por sus siete vidas, dos grandes y cinco pequeños. Habrá uno chino, egipcio, otro persa y uno panza arriba, para que la hoguera sea divertida».

En la parte delantera estará el mal de ojo representado por siete ojos. Y para la parte de atrás Baenas ha diseñado una escena basada en los juegos de azar, «con un parado encima de un trébol de cuatro hojas que recurre a un hechicero maya, a un brujo africano y a otro chino para que hagan sus conjuros a ver si le toca el euromillón y puede salir de la situación precaria en que se encuentran la mayoría de familias. Es una escena en tono de humor porque la lotería es casi la única manera de salir de pobre en estos malos tiempos para el trabajo y la economía». Quiere plantar una hoguera crítica pero con gracia, de ahí que apenas recurra a la política, representada con una máscara diabólica en su versión más negativa como el lado oscuro de las malas artes.

El monumento de la calle Pinoso, de 60.000 euros, tendrá mucho colorido, fuerte y atrevido, «la más impresionante policromía que hemos hecho, con rojos, amarillos, azules, tonos muy vivos y modernos, como si hubiéramos pintado por ordenador». En cuanto a los materiales, llevará más del 50% en madera para conseguir una estructura sólida reforzada con tablones enteros. «Es el más económico y el mejor para la seguridad. La inversión en madera siempre es poca porque va a condicionar la estabilidad del monumento. Los ingenieros tienen reglas matemáticas para calcular las estructuras, nosotros probamos intuitivamente, pero es mejor poner de más».