Las farmacias han registrado durante los días de Hogueras un incremento en la venta de la píldora del día después y de remedios contra la resaca. Es lo que tienen las fiestas en las que se bebe en demasía y acaban provocando un gran dolor de cabeza.

"Se suelen vender el doble de remedios contra la resaca que en meses normales, la gente los demanda bastante", señalaba un farmacéutico del centro de Alicante. Remedios hay muchos y van cambiando en función de las modas y del tiempo que se vive. "Antes se usaba mucho el Alcaseser, pero desde hace unos años apenas se vende y cobran auge nuevos productos que se toman antes de beber alcohol". Aunque lo más utilizado para tratar de paliar los efectos de las copas de más son el Ibuprofeno y la vitamina B12, hay boticarios que no tienen muy claro el beneficio de esta última. "Esta vitamina favorece las sinapsis neuronales y suele recetarse a personas que tienen problemas de abuso con el alcohol, ya que además suelen presentar déficit de la B12, pero no tengo muy claro que sea efectiva para la resaca de una noche". Lo mejor, sostiene otro farmacéutico, "beber mucho líquido para eliminar el alcohol". Por eso, "en los últimos años vendemos muchos preparados naturales de efecto diurético a base de alcachofa y piña".

Respecto a la píldora del dìa después, los farmacéuticos sostienen que la mayoría de las usuarias son chicas jóvenes "que vienen muy angustiadas".

"Las leyes están para cumplirlas y con el botellón no se puede dejar la ciudad en manos del ejército de Pancho Villa"

Las Hogueras devuelven nuevamente las imágenes del botellón en la ciudad de Alicante, una situación inconcebible para profesionales como Bartolomé Pérez Gálvez, responsable de la Unidad de Alcohología del Hospital de Sant Joan. "Las leyes están para cumplirlas y a lo mejor, incluso sería interesante que se reforzaran. Hay que tener en cuenta que la ley vigente data de 1997, así que es muy posible que haya que cambiarla porque la ciudad también ha cambiado". En todo caso, prosigue, "no se puede dejar la ciudad en manos del ejército de Pancho Villa". Para Pérez Gálvez, "ya no es cuestión de que la edad de inicio en el consumo del alcohol baje, porque está en 14 años, algo aberrante". La realidad, prosigue, "es que no se hace ningún tipo de prevención".