"Triana se parece muchísimo a mi madre, que murió hace cuatro años. Si la hubiera visto con el traje de alicantina se habría vuelto loca. Ella casi la crió pero no la pudo ver ni de dama ni de belleza", explica embelesado Manuel Jiménez cuando habla de su hija mayor, representante infantil de Florida Portazgo, el distrito al que pertenece la familia de toda la vida. Un cargo, el de su pequeña, que ha coincidido con el estreno del actual presidente de las Hogueras, lo que le mantiene alejado de ella más de lo que quisiera.

"Los echo muchísimo de menos. A toda hora porque en el último mes casi no los he visto. Cuando llego a casa están dormidos y cuando me levanto, siguen dormidos. Me tiro días sin verlos despiertos, y es duro. Al menos me acerco a la cama y les doy un beso, y durante el día llamo a mi mujer, le pregunto por ellos y me los pone al teléfono", explica Jiménez, que ha sentido mucho la muerte del niño de San Blas a causa de las heridas que le provocó un petardo ya que le hace acordarse aún más de sus propios pequeños.

Triana es, según su padre, "una niña inquieta, inteligente pero no muy besucona. Tiene muy buen fondo y es perfeccionista, el otro día se le olvidó ponerse un broche en el traje y estuvo todo el día dándole vueltas. Pero es sobre todo una gran foguerera. Le gusta mucho la Fiesta, es lo que ha vivido en casa y eso le motiva conocerla más de primera mano". Apenas tenía unos meses cuando la vistieron de festera y de bebé fue la minibelleza de Florida Portazgo. "Lleva la Fiesta en la sangre, ha vivido muy de cerca la intensidad de los seis años que estuve como presidente".

Pese a su edad, la niña percibe la responsabilidad y ella prefiere, cuando sea mayor, representar a la hoguera sin pensar en cargos del fuego. "Con ser belleza me conformo", afirma. Y llegar a presidenta algún día, ni pensarlo. "Es mucho lío", añade.

Su padre, del que dice que es "muy bueno", solo desea que ella siga vinculada a la Fiesta. "Lo importante es que la sienta y la viva como ya lo hace, es la mejor recompensa". Triana le mira y se ríe mientras cuenta que su hermano pequeño, Darío, "es un desastre. Encharca el baño y después coge la fregona para limpiarlo". Además, se muestra comprensiva con su ausencia y con que no esté tanto con ella, siendo la belleza infantil de Portazgo. "Él está con las del fuego, y yo estoy con mi tía y mi madre, y cuando acaba todo voy a saludarle". "Ella sabe que hay protocolo", tercia Jiménez.

Triana dice que el consejo de su padre es que "me porte bien y no me mueva mucho" cuando está con su madre, Beatriz, que acompaña a la niña desde un segundo plano y que también pertenece a la Fiesta. Es hermana de Sonia Molina, que fue Bellea del Foc, y de Bárbara, presidenta de Sant Blai-La Torreta. Además, comparte el cargo con su primo Hugo, banderín en la hoguera, e hijo de Sonia Molina y el exconcejal de Fiestas, Andrés Llorens. Una gran familia festera.