La mascletà de ayer arrancó con suma discreción para, en la recta final, alcanzar el estruendo propio de estos espectáculos pirotécnicos. La jornada venía marcada por la tragedia acontecida la noche anterior en la hoguera de Sant Blai de Dalt, motivo por el cual se suprimió la orden inicial de la Bellea del Foc para dar paso al disparo de los cohetes. No se escuchó el "Senyora pirotècnica, pot començar la mascletà" que hubiera sido preceptivo en señal de duelo, y la responsable de Global Foc, María José Lora, comenzó sin más el disparo en el momento establecido, con unos cohetes que dejaban estelas de colores.

Fue una mascletà relativamente corta, que a los más exigentes pareció saberles a poco, según se podía escuchar en corrillos minutos después. Esta pirotecnia de Vilamarxant (Valencia) se estrenaba en solitario en el concurso de mascletàs con un espectáculo compuesto por cuatro principios aéreos, un cuerpo de seis retenciones con acompañamiento aéreo variado y un terremoto final en cuatro fases. Este momento apoteósico no defraudó a los presentes, que acompañaron el estruendo con vítores y saltos.

Al término del disparo, María José Lora se felicitaba de que todo hubiera salido "según lo previsto y acompañado de un buen día". Hoy será el turno de un clásico esperado, la Pirotecnia Caballer.