A sus 16 años María del Carmen Martínez, Bellea del Foc del año 1966, se declaraba monárquica, se escandalizaba con el libro que estaba leyendo, "La tragicomedia de Calixto y Melibea", y su rutina diaria comenzaba por ir a misa y después ayudar en las tareas del hogar. Martínez se definía, en una entrevista a INFORMACIÓN, "una chica ye-ye, pero no en el sentido de ser gamberra, frívola o coquetear". Casi medio siglo la separa de Beatriz Botella, Bellea del Foc 2013, y estudiante de Criminología en la Universidad de Alicante.

A mediados de los años 60 apenas había 30 hogueras en la ciudad, frente a las 90 actuales, y la elección de la Bellea del Foc estaba fuertemente tutelada por el entonces presidente de la Gestora, Tomás Valcárcel. "No las dejaba fumar ni beber en público. Si tenían novio, éste no podía ni aparecer", recuerda la periodista Pirula Arderius. Y tras la gala de la elección , "Valcárcel quemaba todos los papeles de las votaciones". En aquellos años, el papel de la mujer en la fiesta prácticamente se limitaba a la Bellea del Foc y a las damas. "La mayoría de los miembros de las hogueras eran hombres, aunque sus mujeres eran las que mandaban en la sombra y decidían, por ejemplo, qué trajes comprar a las belleas del barrio, porque en aquella época la indumentaria era un regalo de la comisión".

En 1932 se celebró la primera gala de elección. Como en aquella época estaban de moda las "misses", el primer año se eligió a la Miss Foguera, un nombre que rápidamente fue sustituido por Bellea. Arderius recuerda que, a diferencia de Valencia donde las Falleras siempre eran pertenecían a la aristocracia, "la de Alicante siempre ha sido una fiesta del pueblo y la condición social no ha tenido tanta importancia".

medio siglo de historia de las Hogueras.