"Siempre están hablando de crisis y, sin embargo, con el dinero que cuestan las Hogueras, después las queman. Es algo difícil de entender", afirmaba Daniela Taschke, una estudiante austríaca de magisterio que cursa su beca Erasmus en Alicante, mientras contemplaba junto a un grupo de compañeras la Hoguera Oficial. "Al menos, quien venga a lo largo de todo el año puede ver una muestra en el museo de Hogueras, aunque no lo es lo mismo", se consolaba.

El desconcierto sobre la tradición de quemar los monumentos es común entre otros estudiantes extranjeros. Es el caso de Marleen Mittemburg, una holandesa estudiante de magisterio, quien afirmó que "le da pena" que los monumentos acaben reducidos a ceniza porque "son espectaculares". No obstante, entiende que "es una tradición y eso me gusta". Dispuesta, precisamente, a conocer a fondo las tradiciones alicantinas y españolas, aseguró que, por primera vez, acudirá a una corrida de toros. "Me siento un poco mal porque sé que el toro va a morir, pero es una tradición y una experiencia que quiero vivir", relató. La mascletà es otro de los eventos de la Fiesta que no ha querido perderse y que, dice, le encanta, aunque no todas sus amigas le acompañan . "No me gustan esos ruidos tan fuertes", comentaba Lisa Janssen, de Alemania. Por contra, esta última consideró que "los monumentos son espectaculares y muy bonitos". Aunque admite que "me encantaría verlas quemar porque es una tradición y tiene que ser bonito" -no lo hará porque debe regresar hoy a su país- coincide con sus amigas en que "da pena porque deben costar mucho dinero".

Ya han estado antes en las Fallas y, al comparar, se quedan con las Hogueras. "Para nosotras es como estar en casa porque llevamos meses viviendo aquí y no nos sentimos turistas, sino que vivimos la fiesta más de cerca", según Marleen. En cuanto a los monumentos, "yo pensaba que las Hogueras eran más pequeñas que las Fallas, pero veo que las figuras son grandes y espectaculares", opinó Daniela.

Para este grupo de Erasmus, las jornadas de Hogueras son intensas: "No madrugamos mucho, pero después vamos a ver los monumentos, las mascletàs y, por la noche, de fiesta", cuentan. "El ambiente de la calle es lo mejor. En nuestros países no hay la misma fiesta", aseguraba una de ellas.

En torno a al monumento de la Explanada, otro grupo de estudiantes se hacía fotos para llevarse un recuerdo. Se trata de un grupo de Erasmus que durante el año pasado estuvo estudiando en Alicante y que este año, coincidiendo con las Hogueras, ha organizado una quedada para reunirse en la ciudad. "Somos más de diez amigos, de diferentes países como Italia, Polonia o Austria", según explicó uno de ellos, Christof Niederstatter. "Nos gusta cuando se queman y, sobre todo, cuando los bomberos nos tiran agua", indicó.

Describió que, si bien tenían previsto hacer un paréntesis para ir a la mascletà, el plan del día que tenían previsto era "playa, playa, playa y fiesta". Y es que la fiesta nocturna es uno de los grandes atractivos para estos jóvenes estudiantes.

Las hogueras atraen también a un gran número de turistas de todas las edades, como Irene Knight, una escocesa que contemplaba los monumentos con asombro: "It's beautiful", repetía, al tiempo que expresaba su desconcierto por el hecho de que el lunes los monumentos queden reducidos a ceniza.