¿Cómo afronta la recta final?

Me siento una privilegiada por haber sido la representante de Les Fogueres de Sant Joan y con muchas ganas de estar delante de los alicantinos para agradecerles todo lo que han hecho por mis damas y por mí, por todo el cariño que nos han demostrado. Una simple mirada, una sonrisa, un aplauso siempre es de agradecer porque nos daba energía para seguir disfrutando al frente de la Fiesta.

¿Qué balance hace?

Ha sido un privilegio, algo que nunca voy a olvidar, con momentos maravillosos como la proclamación o las Hogueras, que fueron muy intensas. He madurado como persona y me ha enseñado muchas cosas de la vida en sí y de nuestra ciudad porque no solo hemos ido a actos de la Fiesta sino también de otros ámbitos. Me ha enriquecido muchísimo. A la hora de desenvolverme de cara al público me ha ayudado porque soy una persona introvertida y siempre me había mantenido en un segundo plano. Después de todo este año noto una gran soltura y es una de las cosas que agradezco.

¿Ha cambiado su idea del papel de una Bellea del Foc?

No se sabe realmente cuál es su papel hasta que no se vive de cerca porque a veces su imagen puede ser la de una persona distante. En mi caso, siempre he intentado acercarme a la gente, ser una persona sencilla y cercana, como creo que debe ser la Bellea del Foc, accesible a alicantinos y visitantes. Me ha llamado la atención la admiración de los niños, su sonrisa, me quedo con esa imagen porque yo de pequeña sentía lo mismo por la Bellea del Foc. Siempre he intentado romper el hielo para que se acercaran.

¿Pasó a la historia la imagen de la Bellea como un adorno?

La Bellea es la imagen de la Fiesta ante todo pero no solamente es la imagen. Acudimos a muchos actos, no solo por el simple hecho de estar. Mis antecesoras y yo hemos demostrado que no somos mujeres floreros, que es un cargo con una gran responsabilidad, con un papel cada vez más activo.

Entró con un presidente pero se despide con otro...

El cambio lo miro desde lo positivo. Son dos grupos de gente maravillosa, que trabaja por la Fiesta con dos maneras diferentes de organizar pero que nos han llevado en bandeja. Con Pedro Valera conocí todo el trabajo que conlleva la preparación de la semana grande de Hogueras. Los principios siempre son complicados y me lo puso todo muy fácil. Y Manuel Jiménez es una persona con muchas ganas de hacer cosas nuevas en la Fiesta.

¿Ha vivido de cerca la crisis?

Se nota mucho en las Hogueras y en la vida cotidiana. La Fiesta es un extra y la gente intenta sacar el dinero de donde puede. Los presidentes, en este caso Jiménez, hacen una gran labor de búsqueda de patrocinios porque son muchos los actos. Claro que afecta pero todo se puede amoldar y con ayuda y trabajo se saca adelante. Algunas comisiones han unido racós para minimizar gastos, y muchas recogen comida para donarlas a asociaciones porque a la vez son solidarias. Como buenos foguerers y barraquers trabajan cada día para inventar cosas. Todos trabajamos por y para la Fiesta y seguro que saldrá adelante aunque haya que suprimir cosas, evitar derroches y celebrar actos no tan esplendorosos.

¿Cómo ves el país?

Tengo confianza en que pronto salgamos de la crisis porque hay mucha gente parada. Antes de ser candidata pensé en irme fuera para mejorar el inglés y trabajar pero ahora mismo no me lo planteo. Quiero estar en mi comisión y vivir de nuevo las Hogueras pero entiendo que la gente se marche porque aquí no hay nada y fuera te dan la posibilidad de formarte más. Tampoco descartaría marcharme en unos meses.