Por si el fracaso deportivo de la temporada 17/18 fracaso deportivono fuera suficiente castigo para el aficionado del Hércules, la falta de acuerdo con Hacienda y la más que posible sanción de Bruselas retrasa de nuevo la planificación como ya sucediera la temporada pasada. Por increíble que parezca, en los despachos del Rico Pérez se repite la hoja de ruta de hace justo un año pese a que las consecuencias de arrancar tan tarde se pagaron caro al escaparse jugadores y entrenadores con los que el director deportivo Javier Portillo contaba en un principio.

El Hércules del pasado curso también fracasó al quedarse fuera de la promoción y tardó casi dos meses (6 de julio) en hacer público su primer fichaje, el del técnico argentino Gustavo Siviero. Por el camino quedaron futbolistas como Gonzalo Verdú, que se decantó por el Elche, o entrenadores como Paco López, ahora deslumbrando en el Levante y que aceptó entonces dirigir a su filial de Tercera División.

El actual presidente blanquiazul Quique Hernández insiste desde la semana pasada en que la situación institucional es muy comprometida pero que en ningún caso comenzará la planificación tan tarde. Por el momento, la única decisión tomada y ejecutada es la no renovación del contrato de Josip Visnjic, ya que Portillo quiere un entrenador nuevo para liderar el proyecto. Son varios nombres los que están encima de la mesa pero el que más fuerza tiene por el momento es el de Lluis Planagumà, de sólo 37 años, quien la pasada campaña dirigió al UCAM Murcia y anteriormente a los filiales del Espanyol, Villarreal y Granada.

El director deportivo tiene mucho trabajo por delante, incluso más que el pasado curso, ya que hasta 11 jugadores tienen contrato en vigor para la 18/19 y es evidente que esta plantilla necesita cambios profundos. No se llevará a cabo una revolución profunda ya que costaría mucho dinero, pero sí se esperan tres o cuatro rescisiones de contrato. Los futbolistas atados contractualmente más allá de junio son el portero Ismael Falcón, el lateral Juanjo Nieto, los centrales Samuel Llorca y Mikel Santamaría, el pivote Paco Candela, los extremos Chechu Flores y Jose Fran, y los atacantes Juli, Óscar Díaz, Carlos Fernández y David Torres.

Como no podía ser de otra manera, ya que el fracaso se veía venir desde hace meses, Portillo tiene ya avanzadas varias operaciones, pero Enrique Ortiz y Juan Carlos Ramírez, los empresarios que sustentan al Hércules con sus aportaciones, todavía no le dan el visto bueno para arrancar. Y no lo obtendrá hasta que el presidente Quique Hernández y el director general Carlos Parodi no lleguen a un acuerdo con la Agencia Tributaria para saldar la deuda de unos cinco millones que mantiene embargados todos los ingresos desde la pasada campaña.

El Hércules ha llamado ya dos veces a la puerta de Hacienda pero aún no ha obtenido respuesta ni fecha para la reunión.

Por otra parte, los abogados contratados por el club enviarán esta semana el recurso de casación al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE) con la intención de obtener la suspensión cautelar que ya le negó en marzo el Tribunal General y que sí consiguió el Elche. Si la resolución de este recurso no es favorable, el Hércules deberá desembolsar 7,1 millones antes del 5 de julio y ese es el momento que tanto temen en club, aunque no debe pillarles por sorpresa porque este expediente está abierto desde hace mucho tiempo y la sanción era más que previsible. Mientras tanto, Portillo sigue trabajando en la sombra pero sin poder cerrar ninguna operación.