El Hércules consume entrenadores, temporadas y proyectos a un ritmo de vértigo. Un año después de que Portillo iniciara su primer proyecto en solitario en la dirección deportiva del club, las fichas vuelven a estar en la misma posición, con el único inconveniente de que la soga económica aprieta cada vez con menos miramientos al repetir curso en Segunda División B.

Con un panorama bastante similar al de hace un año -con la planificación deportiva en el aire a espera del visto bueno económico-, Portillo busca a su cuarto entrenador en apenas 365 días. Su primera apuesta, Paco López, voló al filial del Levante cansado de esperar un desbloqueo institucional que tardó en aparecer. El técnico valenciano decidió bajar un escalón hacia Tercera División, pero a mediados del mes de marzo le llegó la oportunidad de su vida tras la destitución del entrenador del primer equipo, Juan Ramón López Muñiz. Con Paco López en el banquillo, el equipo granota consiguió con holgura la salvación tras sumar ocho victorias en sus primeros diez partidos; algunas de ellas de mérito como la de San Mamés o ante el Sevilla; aunque la que cobró mayor entidad fue la que logró hace siete días ante el Barça y que supuso el fin de la racha de jornadas invictos de los de Valverde.

La segunda opción de Portillo fue el argentino Gustavo Siviero, que sólo aguantó nueve jornadas. Sus números, insuficientes: 3 victorias, 3 empates y 3 derotas y con el equipo eliminado de la Copa del Rey. Su adiós llegó incluso tras una victoria, eso sí, agónica con gol del canterano Tarí.

Tras él aterrizó Claudio Barragán, con fama de sargento y mucha más mano dura que su antecesor. Entró bien en la día a día del Hércules con tres victorias y dos empates en sus cinco primeras jornadas. Pero acto seguido, el equipo se vio inmerso en una peligrosa dinámica de empates y de dos derrotas muy señaladas en casa, ante Saguntino y Alcoyano. La destitución llegó en febrero.

Con 13 jornadas por delante el club optó por Josip Visnjic, un viejo conocido, otrora exjugador y exentrenador afincado en Alicante. Pese a que con él el equipo rozó el «play-off» de ascenso, la realidad es que no ganó pese a merecerlo ante los grandes y perdió ante equipos menores. Al final, el Hércules no entró ni siquiera en la Copa del Rey.

El relevo

Con la Liga ya acabada, Portillo peina el mercado de técnicos: sonó José Manuel Aira, que ascendió al Albacete a Segunda hace un año y que ha terminado en el Rudes croata. También Curro Torres, destituido mediada esta temporada en el Lorca tras tres años y medio en el Mestalla. Viejos anhelos del director deportivo del Hércules siguen siendo Manolo Díaz y Vicente Moreno, este último casi imposible tras su temporada con el Mallorca. Uno de los últimos en sonar fue Vicente Mir. Las opciones no parecen muchas. Ahora entra en escena el joven Planagumà, que inició el curso en el UCAM. Todo pasa, otra vez, por un nuevo desbloqueo económico.