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El club quiere demostrar que pagar 7 millones le causaría un daño irreparable

El Hércules argumenta en su recurso para suspender la sanción que su situación de «urgencia» es idéntica a la del Elche y recuerda que las condiciones de los préstamos del IVF eran las mismas

El Hércules quiere demostrar que pagar 7 millones le causaría un daño irreparable

Como era previsible, el Hércules ha recibido como agua de mayo y como «un balón de oxígeno» la suspensión cautelar otorgada al Elche por el Tribunal General de la UE que paraliza la devolución de cuatro millones de euros por ayudas ilegales al club franjiverde. De modo que los servicios jurídicos del club blanquiazul intentan demostrar a toda costa en su recurso de casación contra la denegación de esta medida de gracia al Hércules que su situación de «urgencia y perjuicio irreparable» es idéntica a la de la entidad ilicitana. También argumentarán que existe la misma «apariencia de buen derecho» entre ambos clubes y que las condiciones en que se concedieron los préstamos son calcadas.

Así lo reconocieron ayer fuentes jurídicas del Hércules, que disponen de plazo hasta comienzos de junio para presentar el citado recurso de casación contra la decisión del tribunal europeo que rechazó en marzo las medidas cautelares solicitadas por el club alicantino y el Valencia, a los que Bruselas obliga a devolver al Instituto Valenciano de Finanzas 6,9 millones y 21 millones por los préstamos del IVF.

«Hércules y Elche están en la misma situación y vamos a intentar que se reconozca con el recurso de casación lo que no logramos en primera instancia», explicaron ayer los servicios jurídicos blanquiazules, que calificaron de «excepcionalísima» la decisión del Tribunal General de la UE de suspender una decisión en materia de ayudas como de la que acaba de beneficiarse el Elche. «Por eso nuestro optimismo va en aumento», reconocen los abogados del club blanquiazul en un momento especialmente delicado para el Hércules, que debe resolver el espinoso asunto de los siete millones reclamados por la CE al tiempo que negocia el pago de la deuda de casi cinco millones con Hacienda. Y todo ello con la planificación deportiva de la próxima temporada -la quinta consecutiva en este ciclo en Segunda B- a expensas de que se resuelva el laberinto económico y financiero de la entidad.

El auto del Tribunal General de la UE que el pasado martes concedió al Elche la suspensión cautelar valora de forma distinta «y con más profundidad» las pruebas aportadas por la institución franjiverde sobre «el perjuicio grave e irreparable» que sufriría ese club si se le obliga a devolver con carácter inmediato los 4,1 millones de euros.

En cambio, el Tribunal consideró en marzo que el Hércules no había acreditado a «satisfacción» su crítica situación financiera, ni había concretado debidamente qué personas físicas son las que aportan fondos de su bolsillo para cubrir el déficit crónico de todos los clubes de Segunda B. Sin embargo, este argumento no es tenido en consideración en la resolución favorable al Elche.

«Pero hay datos más que de sobra para acreditar que el Hércules está en la misma situación que el Elche y vamos a incorporarlos en el recurso de casación», recalcó el gabinete jurídico del club blanquiazul, que también defenderá que «la apariencia de buen derecho» que se le reconoce a la entidad franjiverde es, asimismo, idéntica en el caso del club alicantino.

«Del mismo modo, el auto relativo al Elche sostiene que no está motivada la diferencia de 10 puntos en los intereses que se aplicaron al club ilicitano con el préstamo del IVF, en lo que es otra situación calcada para el Hércules», añadieron.

Los representantes legales del Hércules admiten que el mayor escollo para conseguir la cautelar es poder demostrar «con certeza total y absoluta» la urgencia y el perjuicio irreparable, «es decir, acreditar que si te exigen el pago de los siete millones te vas a pique».

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